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Motor

París corona al salvador de Nissan

Haga la prueba. Pregunte a un directivo de la industria de la automoción si gestionar una empresa que fabrica y vende coches no es la tarea más difícil a la que puede aspirar un ejecutivo. Le responderá que sin duda lo es, y aprovechará para hablarle de competencias feroces, de mercados saturados, de presión comercial, de márgenes estrechos, de sobrecapacidad, de picos de producción, de proveedores...

Pues bien, desde hoy hay una persona en la industria capaz de dirigir no sólo uno, sino dos de los grupos más importantes cuyas sedes, para completar la pirueta, están separadas por 9.500 kilómetros y ocho husos horarios.

Carlos Ghosn (pronúnciese simplemente gon), presidente desde 1999 de Nissan, asume hoy también la presidencia ejecutiva de Renault en sustitución de Louis Schweitzer, el respetado ejecutivo que realizó la transición de Renault de una empresa estatal a una blue chip y, que en 1996 eligió al jefe de Michelin en EE UU como director adjunto, ya con las miras puestas en la sucesión. 'Es un mánager excepcional', dijo de Ghosn en su visita a Madrid este mes. De Schweitzer también partió la decisión de enviar a Ghosn a salvar Nissan, y de ambos fue la resolución en 1999 de entrar en el capital del grupo nipón, del que hoy controla el 44%.

El centenario fabricante francés tendrá que acostumbrarse a un figura presidencial radicalmente distinta a la que rige su camino desde 1992. Schweitzer, de 62 años, nació en Ginebra y es un ex alto funcionario, primo del filósofo Jean Paul Sartre, amable pero distante, muy efectivo pero gris. Ghosn es brasileño, directo, le gustan las masas, hablar con sus trabajadores, es amigo de grandes gestos y de luminotecnias y efectos especiales en sus puestas en escena. Schweitzer hace gala de una gran prudencia cada vez que se enfrenta a los medios. Ghosn es un hombre pagado y seguro de sí mismo y de sus innegables facultades como gestor. No en vano, es autor de la frase 'si yo fuese Louis Schweitzer, también me habría elegido a mí mismo como sucesor'.

Y es que Ghosn se ha convertido en una superestrella en Japón gracias a su rescate en Nissan, compañía que racionalizó hasta convertirla en la firma más rentable de la industria, saltándose sin pudor algunas de las tradiciones más sagradas del país. El directivo habla japonés, firma autógrafos, es protagonista de cómics manga y hasta tiene su propia sección en las librerías. Y eso, a pesar de que al llegar a Tokio decidió prescindir del 14% de la plantilla. Este tijeretazo, junto con el aplicado en su primera etapa en Renault, le granjearon el apodo de Le cost killer.

Su perfil, más propio de un plató de Hollywood que de un despacho, puede granjearle no obstante algún que otro problema en una empresa y un país poco proclive a estrellitas en el mundo empresarial. Y también entre los empleados, que temen que Ghosn 'piense que es normal despedir a trabajadores', según un portavoz de la CGT francesa. Los accionistas no piensan lo mismo: las acciones de Renault se han apreciado el 50% desde que en 2003 se propuso a Ghosn como sucesor.

El directivo es consciente de ello, y asegura, sin por ello ahuyentar del todo el escepticismo entre los suyos, que tendrá 'menos presencia en los medios' a partir de hoy.

CV

Nombre Carlos Ghosn. edad 51 años. empresa Presidente ejecutivo de Nissan. Desde hoy ocupará el cargo también en Renault. Además fue responsable de varias filiales de Michelin. Estado civil Casado con Rita Cordahi, con la que tiene tres niñas y un niño. Lugar de nacimiento Porto Velho, en Brasil. Hijo de emigrantes libaneses, se crió en Beirut. Estudios Ingeniero de Minas por la Politécnica de París.

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