El padrón desvela una población de 44 millones
En España residen ya casi 44 millones de personas. Al menos ésa es la cantidad que figura como empadronada en los más de 8.000 ayuntamientos del país, y que ayer por vez primera hizo pública el Instituto Nacional de Estadística, a la espera de la aprobación del Gobierno.
Hace sólo diez años las proyecciones demográficas de Estadística descartaban en el mejor de los escenarios que la población española superase los 40 millones de habitantes. De hecho las premisas de las que se partía invitaban claramente al pesimismo: población envejecida, las menores tasas de natalidad de Europa, y uno de los menores índices de nuevos matrimonios, lo que arrojaba descensos en el movimiento natural de población.
Pero la variable que cambió el comportamiento demográfico y forzó a revolucionarias revisiones de las previsiones de población fue la inmigración que se desató hacia España en particular y hacia Europa en general en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI.
Cataluña y Andalucía registran los mayores aumentos de población
Ahora, tras casi diez años de entradas de abultados colectivos de inmigrantes atraídos por el fuerte crecimiento de la economía española y las posibilidades de empleo que proporcionaba, así como por la escasez de controles de entrada (gran cantidad de kilómetros de costa próxima a los países norteafricanos), la población roza los 44 millones de habitantes.
El padrón municipal cuyo avance dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística revela que la población residente en España llega ya a 43,975 millones de personas, tras incrementarse en 770.000 el empadronamiento en los doce meses transcurridos desde el primero de enero de 2004. (Los datos del padrón aparecen ahora depurados por la normativa, pero tradicionalmente exageraban la población, en algunos casos en más de un millón de personas).
De la cifra absoluta de residentes, 3,69 millones son extranjeros, lo que supone un 8,4% del total de residentes empadronados en los ayuntamientos, cifra relativa jamás alcanzada en España.
De hecho, la gran mayoría del avance en los últimos doce meses es imputable a la entrada y empadronamiento de extranjeros: 650.000 de las 770.000 residentes nuevos en los municipios españoles son extranjeros, y los 120.000 restantes son españoles que se han empadronado a lo largo del año sin estarlo antes.
Los mayores aumentos de población en 2004 se han producido en Cataluña, con 170.000 personas más; Andalucía, con casi 142.000 más; la Comunidad Valenciana, con 129.000 más; y Madrid, con cerca de 116.000 nuevos residentes.
En términos relativos los mayores avances se produjeron en Murcia (un 3%), Comunidad Valenciana (2,8%), y Baleares (2,6%), lo que demuestra que los aumentos de población continúan produciéndose en la costa del Mediterráneo, así como en las comunidades de Madrid y Cataluña, mientras que en las regiones del interior y del norte se pierde peso demográfico relativo. En España el aumento fue de un 1,8%.
La proporción de extranjeros, ahora en el 8,4%, era hace un año del 7,02%. Pero la presencia de ciudadanos extranjeros alcanza tasas muy superiores en determinadas comunidades autónomas. La que mayor número absoluto tiene de extranjeros es Cataluña, con 795.800, seguida de Madrid, con 766.700, y la Comunidad Valenciana, con 572.900.
Pero en términos relativos la que acapara mayor presencia de extranjeros es Baleares, con un 15,8% de su masa demográfica, y con un crecimiento en el último año del 17,84%, como consecuencia de la presencia cada vez mayor de ciudadanos extranjeros que buscan el retiro definitivo en el archipiélago. Tras Baleares se sitúa Madrid, con un 12,9% del total de sus habitantes, Murcia (12,3%), Valencia (12,3%) y Cataluña (11,4%).
Por nacionalidad de origen los extranjeros procedentes de Marruecos ocupan el primer lugar, y superan ya el medio millón de residentes (505.400), y supone el 13,69% del total de extranjeros empadronados en España. Le sigue la presencia de ecuatorianos, con 491.800, un 13,32%, que pierden la primera posición que tenían en enero de 2004 en el padrón. En tercer lugar aparecen los rumanos, con 314.300 y un crecimiento de más del 50%, y un 8,52% del total de extranjeros residentes.
El primer país europeo con presencia en España es Reino Unido, con 224.800 personas, seguido de Alemania, con 131.900.
Inmigración mayoritariamente activa
La llegada de inmigrantes ha rejuvenecido la población residente en España, con una concentración mayoritaria de los extranjeros en edades laboralmente activas. Así, mientras que la población española entre 16 y 64 años supone el 67% del total de españoles, en el caso de los extranjeros los residentes en la citada franja de edades llegan al 80%.No hay apenas diferencias de presencia relativa entre los menos de 16 años, ya que los españoles menores de esa edad suponen el 15,1%, mientras que los extranjeros suponen el 15% justo. Pero la mayor diferencia se concentra en el lapso de edad de 16 a 44 años, ya que entre los españoles supone el 43%, y entre los extranjeros esta franja alcanza una participación del 64,8% del total. Los españoles de 45 a 64 años suponen el 24%, y los extranjeros el 15,44%. El mayor desajuste proporcional se produce en las edades de retiro. Mientras que los españoles suponen el 17,74%, entre los residentes extranjeros sólo tienen más de 65 años el 4,81%, y mayoritariamente son de origen europeo.Por sexos, el 49,4% de la población son varones.