El Airbus A380 completa con éxito su primer vuelo de pruebas
El que quiere ser el avión de transporte de pasajeros más grande del mundo ha conseguido esta mañana completar su primer vuelo de pruebas sin problemas dignos de mención, despegando a las 10.30 de la mañana, y aterrizando cuatro horas después en el aeropuerto francés de Blagnac, en Toulouse.
El tiempo, único obstáculo entre el A380 y el cielo del sur de Francia, no ha estropeado el estreno. La ciudad francesa ha amanecido apenas sin viento, y aunque en el cielo podían verse algunas nubes, la posibilidad de precipitaciones estaba por debajo del 30%, según los partes meteorológicos.
La visibilidad de 10 Kilómetros, sin ser ideal, ha sido más que suficiente para que el gigante europeo se separase por primera vez de tierra desde la pista 32, la misma sobre la que el Concorde alzó el vuelo hace ya 36 años, y volviese a ella pasada la mañana.
El vuelo del A380 ha levantado tanta expectación en los medios de comunicación que lo que debería haber sido una prueba rutinaria se ha convertido en una exhibición aérea. En Toulouse, las autoridades tenían preparado un espacio para acoger a unas 50.000 personas junto a las verjas de las pistas de aterrizaje de Blagnac y levantaron una pantalla gigante de televisión en la plaza del ayuntamiento de esta ciudad.
Medio millón de kilos
El propio Claude Lelaie, junto a Jacques Rosay, ha sido el encargado de manejar los mandos del primer prototipo del A380, durante las cuatro horas que ha durado el vuelo. A los dos pilotos les acompañaba un equipo de cuatro ingenieros que, frente a los instrumentos de medición, se han encargado de comprobar todos los parámetros de vuelo del avión. Entre ellos, y a su mando, se encontraba el español Fernando Alonso.
El vuelo ha permitido comprobar, antes de cualquier otra consideración, que el aparato es capaz de despegar, como predecían los planos, los modelos informáticos y los resultados del túnel de viento, con 420 toneladas de lastre. Un peso cercano a las 560 que tendrá el avión en un vuelo normal con asientos y pasajeros, y en cualquier caso muy superior a las 300 que pesa cargado su competidor de Boeing. Gracias a esa capacidad podrá transportar entre 480 y 800 personas, dependiendo de la configuración que elija cada aerolínea.
Y es que lo que hace especial al A380, además de su tamaño: 73 metros de largo, 80 de envergadura y 24 de altura, el equivalente a un edificio de siete pisos, es su manufactura. Europa, encarnada en Airbus se enfrenta a cara de perro contra Boeing, el gigante aeronáutico estadounidense, por el dominio del mercado mundial de fabricación de aeronaves, y con él, por el liderazgo tecnológico e industrial.
Demasiado ruido
Entre los espectadores del primer vuelo del A380 estaban vecinos del aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle, que han sido los primeros en llamar la atención sobre los posibles problemas que cause la explotación de este gigante de los cielos, ya que temen sufrir en forma de ruido la entrada en servicio comercial del avión de Airbus.Un ingeniero ha medido el ruido que ha hecho el avión al despegar, registrando 88 decibelios. Teniendo en cuenta, según los vecinos de Roissy, que es un vuelo de pruebas, sin carga y sin pasajeros, ¢nos parece mucho¢. Otros aparatos de menor tamaño que despegaron a lo largo de la mañana han alxcanzado "un máximo de 82 decibelios", lo que, entienden, supone "una diferencia enorme".Señalan además que los ingenieros de Airbus han medido el ruido que provocan los motores, pero no el de la aerodinámica del avión, que es muy importante en un aparato de esas características. Los vecinos de Roissy tendrán que esperar, sin embargo, hasta 2006, para poder confirmar sus sospechas.