Lanxess quiere decidir en mayo si cierra o no su fábrica de Tarragona
Axel Heitmann, presidente del consejo de administración de Lanxess, la empresa creada el pasado año a partir del negocio químico del grupo Bayer, anunció ayer que la compañía anunciará 'lo más pronto posible' cual de sus dos fábricas europeas dedicadas a la producción de plásticos estirénicos -en Tarragona y en la localidad alemana de Dormagen- decide cerrar. 'Nos gustaría poder anunciarlo en el segundo trimestre del año, preferiblemente en mayo', añadió.
Varios directivos de Lanxess ofrecieron ayer una conferencia en Colonia en la que detallaron aspectos del proceso de reestructuración en el que está inmerso la empresa para tratar de ahorrar 100 millones de euros y que supondrá el despido de cerca de 1.200 empleados.
El discurso de Heitmann fue algo catastrófico: 'Necesitamos actuar con más urgencia que antes (...). Es necesaria una acción drástica y ésta también afectará a nuestros empleados. Pero les digo algo, sin un movimiento radical, nuestro negocio no tiene futuro', aseguró.
El primer directivo de Lanxess se refirió al cierre de una de las dos fábricas mencionadas y justificó la medida advirtiendo que ambas operan a la mitad de su capacidad. 'La solución pasa por concentrar la producción en una sola fábrica, ya sea Dormagen o Tarragona', afirmó. Heitmann dijo que aunque todavía no tenían tomado la decisión, 'una cosa es cierta: sólo una puede sobrevivir'.
Inversión de 50 millones
Heitmann adelantó que el cierre y la posterior reforma de la fábrica que mantenga abierta requerirá una inversión de 50 millones de euros durante los próximos cinco años. Bayer invirtió hace cuatro años una cantidad similar en la planta de Tarragona, donde Lanxess emplea a 250 personas.