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John Scott

'Hay que aclarar que el auditor no prepara cuentas, las audita'

A partir del próximo mes de junio pasará a ocupar la presidencia de KPMG en España. Su actual puesto de consejero delegado está siendo un excelente banco de pruebas para poner en marcha medidas con las que trata de entusiasmar a los empleados y dinamizar la firma de la que asegura que ya es líder en muchos aspectos y que lo será aún más en un futuro

Es auditor, pero lleva seis años dedicado al asesoramiento financiero, especialmente en las operaciones de compraventa. Desde el próximo mes de junio, John Scott, que fue el profesional de KPMG que ha llegado a ser socio con menos edad (30 años), ocupará la presidencia de la firma de la que desde hace un año es consejero delegado. Este escocés que lleva viviendo en España toda su vida laboral ha formado parte del comité de dirección de la firma desde 1999. Y entre sus planes destaca su intención de hacer de KPMG una firma más dinámica y sobre todo, más pro activa.

Pregunta ¿Qué es lo que va a cambiar en KPMG con su llegada a la presidencia? ¿Cuáles son sus planes?

Respuesta Llevo ejerciendo como consejero delegado desde mayo del año pasado, con lo cual, realmente las cosas ya están empezando a cambiar. Lo fundamental es que somos la firma líder en muchas cosas, y la gente se tiene que sentir parte de una organización líder. Tenemos una capacidad grande para crecer y estamos en una serie de áreas a las que otras firmas de asesores no llegan. Somos una firma de auditores muy grande, pero también somos asesores.

'Somos líderes en muchos aspectos, como en la tecnología de las auditorías'

P Aquí surge la vieja polémica: ¿es compatible la actividad auditora con la asesoría?

R Los primeros interesados en que haya independencia somos nosotros. No damos determinados servicios a clientes de auditoría si hay problemas de independencia. Tenemos desarrollado un sistema a nivel mundial por el que no se puede firmar ni un solo contrato sin que haya pasado ese sistema que asegure la independencia. El de la independencia, por tanto, no es un problema.

P Dice que KPMG es la firma líder en muchas áreas, pero no es la firma que más factura en España.

R Se es líder o no se es basándose en los clientes que tienes. Y en nuestro caso en todo lo que es el asesoramiento en torno a transacciones, tenemos a más de la mitad del Ibex 35. Por eso, somos claramente líderes. También tenemos en torno a un 45% del mercado de capital riesgo. Comparando las cifras con las que da el resto de las firmas, que no se sabe si son fiables o no, pues nuestra facturación es el doble de las de las otras firmas. En el sector financiero domina claramente en auditoría Deloitte, pero nosotros, también auditamos a clientes como Citibank, HSBC, Deutsche Bank, ING... Y también somos líderes en cuanto a la tecnología de nuestras auditorías. Lo cierto es que KPMG está siendo mucho más pro activa en los últimos tres o cuatro años y nos ha costado quitarnos el conservadurismo típico del auditor. Eso es algo que ha costado mucho, pero hay que darse cuenta de que las empresas están dispuestas a cambiar siempre que les ofrezcas algo interesante.

P ¿Qué opina de la rotación de firmas?

R El hecho de que sea obligatoria no es bueno. Es una situación que, llevado al extremo, supondría que los equipos fueran pasando de firma en firma y eso no tiene sentido. Se puede rotar al equipo para no perder independencia. Y eso está bien. Pero rotar la firma causa muchos problemas, como no ver determinadas cosas. Además, si sabes que vas a estar auditando a una empresa un tiempo no vas a estar comprometido hasta el final. Todo el mundo dirá que eso no es así, pero la realidad es esa. ¿Quién va hacer un gran esfuerzo sabiendo que la empresa va a cambiar de auditora? Italia es el único país que tiene rotación obligatoria de firma auditora y ahí está Parmalat. No digo que esa sea la causa... Ahora, otra cosa es lo que ha hecho Telefónica, que eso sí me parece bien, porque ha hecho un proceso muy profesional para cambiar de firma.

P ¿Qué tiene que ver el cambio de firma auditora con el buen gobierno?

R Yo creo que nada. Es una razón que Telefónica dio, pero yo creo que debe haber también otras razones.

P ¿No resulta difícil hacer cambios de auditor con sólo cuatro grandes firmas que se reparten la mayor parte del pastel de la auditoría? ¿No debería impulsarse el crecimiento del mercado?

R Lo que está claro es que el mercado ya no puede seguir reduciéndose. En todo caso, hay que tener en cuenta que eso sucede en la parte de auditoría, pero lo cierto es que el 50% de nuestro negocio no es de auditoría, por lo que no competimos solamente con tres firmas, competimos con muchas otras. La situación no es restrictiva respecto a esos otros negocios.

P ¿Cree que los auditores han conseguido quitarse el estigma de su relación con los escándalos financieros?

R La gente ya tiene más claro que el auditor es el auditor y el gestor es el gestor. Hay que recordar que el auditor no prepara las cuentas, las audita. También hay que tener en cuenta que los comités de auditoría han sido fundamentales para mejorar el trabajo. Entienden lo que se hace y permiten que el auditor sea más independiente.

Liderazgo: 'Quiero una firma más dinámica'

Ha dicho que pretende que la firma sea más pro activa para crecer más que la competencia, pero ¿son corrientes los movimientos de fichaje de socios de otras firmas como han hecho ustedes últimamente? ¿Cómo se ha tomado el mercado estas contrataciones de alto nivel?Nuestro objetivo es crecer tanto de manera orgánica como a través de fichajes o incluso de la adquisición de firmas. Y respecto a lo de los fichajes de alto nivel, a nosotros también nos han quitado gente en algún momento y no pasa nada. Esas cosas son así. Nosotros queremos ser la firma más grande en España y tenemos que crecer de forma limpia, caballerosa y transparente, pero tenemos que movernos. Y en este mercado, como en el de cualquier sector, lo que hay que hacer es intentar dar oportunidades a la gente y conseguir a los mejores recursos humanos.

 

¿Cómo se consiguen los mejores recursos humanos hoy día, en que los trabajadores quieren conciliar su vida laboral con la personal?Está claro que el tema económico no es ya lo principal para los trabajadores. Lo que quieren es estar en una organización sólida y tener cierta libertad para desarrollarse en ella. Esto es un negocio. Y hay que ir detrás de muchas oportunidades. Queremos ser una firma de auditoría más dinámica. Hay que transmitir a la gente el entusiasmo por el trabajo, por lo que hacen, por su liderazgo.

 

¿Cree que hay una distancia excesiva entre las grandes firmas y las auditoras medianas?Sí. Están a mucha distancia. Y no sólo pasa en España. Salvo en el Reino Unido, es algo que pasa en todas partes. Se han empezado a producir algunos movimientos y eso es bueno si sirve para que estas firmas sean más sólidas y mejores. Y al margen de la competencia, nosotros tenemos que apoyar cualquier cosa buena para la profesión.

 

¿Qué opina de la propuesta de la Secretaría de Estado de Economía para abrir un debate público sobre el estado del buen gobierno?Nos parece excelente. Y nosotros tenemos mucho que decir.¿Qué propuestas concretas podrían hacer? Habría que asegurar que exista una capacidad de comunicación de las empresas con los supervisores. Eso no es posible de forma individual, sino mediante foros como el que se está proponiendo. Y en segundo lugar es importante que los distintos supervisores tengan homogeneidad y que intenten trabajar juntos lo máximo posible. Es importante que las empresas sepan bien qué tienen que hacer y que haya oportunidad de debatirlo.

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