Economía desiste de abrir la venta mayorista de tabaco
El Gobierno ha tardado sólo un mes en dar marcha atrás en su intención de introducir mayor competencia en la distribución mayorista de tabaco. Aunque en el paquete de medidas liberalizadoras que preparó en febrero dio vía libre a que los estanqueros operaran como mayoristas, las presiones del sector le han obligado a rectificar y a retirar del decreto-ley esa posibilidad.
Las alarmas saltaron en el sector tabacalero el pasado 25 de febrero por la tarde. El Gobierno rompía, sin previo aviso, el statu quo que durante 20 años se ha mantenido en la distribución mayorista del tabaco, negocio que, aunque está liberalizado, lo controla casi en su totalidad Altadis a través de su filial Logista.
Por sorpresa, y dentro del paquete de medidas de impulso a la productividad que el Gobierno de José Luis Zapatero puso en marcha, se incluía una bomba de relojería. El Ministerio de Economía abría la mano y permitía que los titulares de una licencia de distribución minorista los estanqueros pudieran también operar como mayoristas. En sólo dos líneas de texto se abría la puerta de par en par para que en la distribución de tabaco se pudiera instalar mayor competencia.
La medida amparaba que los estancos se agruparan y formaran cooperativas con las que autoabastecerse sin necesidad de centralizar pedidos en ninguno de los cuatro operadores mayoristas actuales. Una victoria sin duda de un grupo pequeño de estanqueros, los que más venden en España, que apuestan por que el mercado de tabaco opere con mayores dosis de libertad.
Sin embargo, su alegría ha durado escasas semanas. Tras una intensa labor de presión por parte de la patronal de los estanqueros y de las compañías tabacaleras, el Gobierno ha rectificado. Y en el decreto-ley definitivo de medidas liberalizadoras que envió a finales del mes pasado al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria, se ha eliminado la cobertura legal que iba a permitir a los estanqueros operar también como mayoristas.
En fuentes del sector se asegura que el Gobierno ha sido permeable a los argumentos que le han llegado desde la industria y desde la asociación mayoritaria de estanqueros, que consideran que el nuevo sistema atacaba los pilares cruciales en los que se basa el negocio de los estancos. Según su interpretación, al ser una concesión estatal y disfrutar de un monopolio de venta están obligados a cumplir escrupulosamente un principio de independencia respecto a los fabricantes. Por ley no pueden beneficiar a unas marcas frente a otras. 'De haberse mantenido la intención inicial del Gobierno todo el sistema actual habría saltado por los aires. Los estanqueros habrían conseguido de repente capacidad de negociación y poder de compra y el riesgo de facilitar la venta de aquellas marcas que les dieran mejores condiciones era altísimo', asegura un analista del sector.
Fuentes del Ministerio de Economía reconocen la gran presión ejercida por el sector para que se eliminara la autorización, pero explican que 'la decisión de cambiar el decreto ley se basa en un análisis jurídico que advierte que los estanqueros deben tener dedicación exclusiva y no pueden dedicarse más que a vender tabaco en sus establecimientos'. Los mismos medios explican que a pesar de la rectificación 'no se descarta que en un futuro se decida volver a darle una vuelta para ver su encaje en el actual ordenamiento'.
Con la medida ahora retirada el Gobierno pretendía trasladar al tabaco un sistema similar que lleva funcionando desde hace años en el sector farmacéutico. Las farmacias no son un monopolio estatal, pero cumplen un claro papel de servicio público y se abastecen a través de cooperativas de distribución mayorista, propiedad de los propios farmacéuticos.
Más competencia con una 'sinrazón legal'
A pesar de que no es un monopolio desde hace 20 años, lo sigue pareciendo. Dos décadas después de que se liberalizara la distribución mayorista del tabaco, Logista sigue controlando el mercado. Nada le ha hecho mella. Ni la aparición de nuevos competidores, ni el acoso legal ante las autoridades de la Competencia al que la ha sometido su principal competidor en España; McLane.Desde Logista, se insiste en que es la empresa mejor preparada para ofrecer a sus clientes el mejor servicio actual del mercado y eso es lo que la permite seguir teniendo la casi totalidad del negocio en sus manos.Y tradicionalmente han defendido no tener miedo a la competencia. 'Eso no significa que en la empresa crean que la medida inicial planteada por el Gobierno era una auténtica sinrazón legal', explican en medios cercanos a la compañía.'Y lo entienden así -explican las fuentes citadas- porque no es lógico plantear una pretendida liberalización del sector dando más poder a algo que sí es un monopolio la red de estancos'.Y van más allá, 'si esta rectificación del Gobierno esconde en realidad un tibio interés por introducir más competencia en el mercado del tabaco que se haga abiertamente y se eliminen todos los monopolios'. En Logista están convencidos de que perderían negocio, pero 'no son los que más pérdidas tendrían'.
Estatus amenazado
Logista y el resto de los operadores del mercado mayorista del tabaco (McLane, Tamco, Ditralsa, Tamco y Comet) han visto su estatus actual amenazado durante todo el mes de marzo. Pero finalmente los estanqueros no podrán hacerles competencia.