La reunión del FMI y el BM termina sin acuerdos sobre ayuda a los países pobres
Las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial terminaron ayer domingo con un acuerdo sobre la necesidad de más ayuda para los países pobres, aunque con las ya clásicas diferencias entre los donantes, sobre las cantidades y la mejor manera de afrontar el problema.
Los dos días de reuniones concluyeron una vez más sin acuerdos firmes respecto a la cancelación de deudas a los países pobres o a la manera de reducir el importe de esas deudas, que asfixian las nacientes economías de medio mundo.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, ha querido sin embargo ser más optimista y afirma que la posición actual es más firme en el sentido de que es esencial otorgar más ayuda y alivio de deuda para las naciones pobres.
El presidente instó a los países donantes a que actúen de inmediato para aumentar la cantidad y la calidad de la financiación para el desarrollo, si de verdad quieren tomarse en serio el objetivo de reducir a la mitad la pobreza en el mundo para el 2015.
Las ONGs y los organismos internacionales de ayuda a los países pobres esperan escuchar buenas noticias para los países pobres en la reunión del G-8 que se celebrará el próximo julio en Gleneagles, en Escocia, aunque recuerdan, en palabras de Save the Children, que "casi dos millones y medio de niños morirán por causas evitables entre hoy y la reunión del G8¢.