Tokaji Oremus Furmint Mandolás 2002
Vega Sicilia es mundialmente conocida por sus vinos de la Ribera del Duero, pero su actividad se extiende a los tokaji húngaros a través de la bodega Oremus, fundada por la familia Álvarez en 1993.
Los tokaji, vinos dulces míticos que fueron considerados 'vinos de reyes, rey de vinos' por su prestigio en las cortes europeas, decayeron en los años 40 con el régimen comunista. Con la apertura de los países del Este y las privatizaciones, llegó el capital extranjero y Vega Sicilia compró viñedos y levantó una gran bodega en Tolcsava, en Tokaj-Hegyalja, en el nordeste de Hungría.
En las instalaciones de Oremus se trabaja a partir de 115 ha de viñedo de variedades blancas (furmint, hárslevelü y muscat lunel) tradicionales en los tokaji. La crianza, larga y lenta, tiene lugar en galerías excavadas en la roca entre 8 y 30 metros de profundidad, una red de cuevas de los siglos XIII y XVII a unas condiciones de temperatura y humedad ideales.
De aquí salen los Oremus aszú, clásicos vinos de postre elaborados con uvas con podedumbre noble (que concentran su azúcar y aromas), valorados en puttonyos (medida que equivale a 25 kg de pasta de uva con podedumbre noble que se añaden al vino del año: a más puttonyos, no más de seis, mayor calidad), y el aszú-eszencia, de mayor calidad.
Pero la bodega tiene una gama de vinos secos, como este Furmint Mandolás 2002, producido 100% con uvas sobremaduras de furmint pero no afectadas por la podedumbre, una variedad de elevada acidez y carácter mineral. Fermentado en barricas nuevas de roble húngaro y con una crianza de seis meses, tiene aromas de frutas ligeramente dulces, con tonos de vainilla y humo.
De marcada acidez en boca, resulta fresco, cremoso y frutal, con un final de dejes amargos. Un vino peculiar. Precio: 8 euros.