Zapatero fija como prioridad una reforma laboral pactada
La reforma del mercado de trabajo para crear más empleo estable será uno de los ejes principales de la gestión gubernamental durante el segundo año de legislatura, según confirmó este viernes José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente convocó a los periodistas en La Moncloa para hacer balance de su primer año de Gobierno y aprovechó para mostrar la hoja de ruta que se abrirá después de las elecciones vascas que se celebran este domingo. La prioridad en el ámbito económico, dijo Zapatero, será la reforma laboral, donde espera 'una contribución decisiva del diálogo social'. El presidente ha elogiado en la última semana el papel desempeñado por empresarios y sindicatos en casi todos los foros donde ha comparecido para hacer balance de sus políticas, señal inequívoca de la importancia que concede a su voluntad de alcanzar acuerdos para cambiar las reglas del mercado de trabajo.
Sin consenso, admiten fuentes gubernamentales, no habrá reforma. 'El objetivo', señaló ayer Zapatero, 'es poner las bases para que haya un mayor crecimiento económico y empleo más estable'.
Durante el segundo año de legislatura, el Gobierno no pedirá a sindicatos y empresarios el esfuerzo de modificar el actual sistema de pensiones. Zapatero confirmó ayer que este asunto no figura entre las prioridades del Ejecutivo, teniendo en cuenta el saneamiento de las cuentas de la Seguridad Social. El Fondo de Reserva, recordó, suma ya 23.000 millones de euros y las afiliaciones crecen a buen ritmo gracias, en buena medida, a los flujos de la inmigración. No obstante, Zapatero considera que la reforma de las pensiones 'está abierta a medio plazo', siempre dentro del proceso del diálogo social.
El actual sistema de pensiones no cambiará durante el segundo año de legislatura
Preguntado por las acusaciones de intervencionismo político en las empresas lanzadas por el PP en su particular balance de este primer año de Gobierno, Zapatero recordó que continúan en sus puestos la mayoría de los presidentes de empresas privatizadas, a excepción del de Repsol, cambio que achacó a la iniciativa de La Caixa. A su juicio, las críticas del PP son 'una broma difícilmente aceptable después de lo que ese partido hizo en todo el proceso de privatizaciones y en la nominación de personas de su absoluta confianza en esas empresas'.
'Todos siguen en sus funciones trabajando, y el Gobierno trabaja con ellos, porque respeta y no interviene en las empresas, y eso no son valoraciones, sino que son hechos', enfatizó el presidente.
Sin cambios a la vista dentro del Ejecutivo
Todos los rumores, a decir verdad semiclandestinos, que han corrido en los últimos meses sobre la posibilidad de que Zapatero realice cambios en el Gobierno para sustituir a los ministros o ministras menos eficientes fueron desechados ayer por el presidente. 'No hay ninguna previsión de cambios en el equipo de Gobierno', mantuvo firme.Después de las elecciones vascas de este domingo, de las negociaciones que se abran entre las fuerzas políticas para formar gobierno en Euskadi y de las posibles noticias que provengan de ETA, la agenda política nacional pasará por el debate anual del estado de la nación y por la convocatoria de la Conferencia de Presidentes autonómicos. El primero se celebrará no antes de mediados de mayo, ya que Zapatero ha contraído ya algunos compromisos internacionales. Entre ellos, tiene previsto viajar el día 9 del mes que viene a Moscú para participar en los actos conmemorativos del 60 aniversario del final de la II Guerra Mundial.La II Conferencia de Presidentes se celebrará con toda probabilidad durante el mes de junio y estará centrada de forma monográfica en la financiación de la sanidad.Los presidentes de los nueve gobiernos regionales que controla el Partido Popular ya han hecho saber que no participarán en dicho debate si antes el Ejecutivo central no les permite exponer sus posiciones en foros de negociación más operativos.