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Ferrocarril

La nueva imagen de Renfe

El protagonismo del AVE o Cercanías queda en segundo plano en un proceso en el que cambiará la imagen de los 2.000 trenes de la empresa

Renfe, desde el pasado enero, es una nueva compañía que utiliza una de las marcas más populares que existen en España. En aquella fecha se produjo la unión de la veterana Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, fundada en 1941, con el más moderno Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) creado en 1997. Como consecuencia de la fusión y de manera simultánea, se produjo el inmediato nacimiento de otras dos corporaciones, Adif y Renfe Operadora. El nuevo escenario ha supuesto un vuelco de 180 grados en el régimen de explotación del mercado ferroviario que los usuarios aún no han podido percibir.

En este baile de uniones y segregaciones, la nueva Renfe ha sido la heredera de la vieja y conocida marca, pero se ha convertido en una corporación recién constituida que recibe su personal y su patrimonio del Adif . El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias es ahora el propietario y el gestor de los 13.000 kilómetros de líneas férreas que cruzan España, cuyo ancho de vía es de 1,76 metros.

Más allá del cambio de siglas y nombres, desde hace tres meses el ferrocarril ha entrado en la era de la libre competencia. Renfe ya no es un monopolio. Ahora existe el marco legal adecuado para que puedan convivir otras alternativas empresariales en el transporte de mercancías por tren. En el año 2010 esta libertad se extenderá al negocio del transporte ferroviario de pasajeros.

La nueva dirección de la recién nacida Renfe ha decidido adaptar la imagen de la compañía al nuevo escenario. En una reunión del comité de dirección celebrada hace días se valoró que la marca histórica de la empresa es uno de sus patrimonios más valiosos. Se decidió que en el futuro inmediato, ante el surgimiento de enseñas de las empresas nuevas que entren a competir en el mercado, Renfe no debía oponer una sopa compuesta por las siglas de sus filiales. Su respuesta debía resumirse, de manera unificada, en la veterana marca, convenientemente modernizada y reforzada.

En encuestas realizadas entre los usuarios de sus distintos servicios, la compañía ha descubierto que en los últimos años los mayores competidores de la marca Renfe han sido las enseñas de los dos servicios más emblemáticos que presta la propia compañía: el AVE y las Cercanías.

Los estudios de mercado han señalado que en muy pocos casos los usuarios sumaban al valor de Renfe, el enorme caudal de prestigio que han ido acuñando el servicio de alta velocidad ferroviaria entre Madrid y Sevilla y los servicios de cercanías de las principales ciudades españolas. Los encuestados afirman que AVE es una marca de una empresa privada y vinculan las cercanías con los ayuntamientos de las respectivas ciudades.

Fuentes de la compañía señalan que la potenciación de las enseñas de los diferentes servicios que presta Renfe, tales como AVE, Cercanías, Grandes Líneas, Regionales o Mercancías, tuvo sentido hace 15 años cuando la empresa salía de décadas en las que un ferrocarril obsoleto y falto de inversión había sumido la imagen de la compañía en un profundo desprestigio social.

Ahora la situación ha cambiado radicalmente, y la prioridad será hacer valer unos servicios que han recuperado su prestigio, frente al acoso de alternativas que venderán la frescura de la novedad y los menores costes.

El cambio, la unificación y fortalecimiento de la imagen y la marca de Renfe es también un mensaje de consumo interno. La nueva dirección quiere demostrar a las unidades de negocio y a los gestores de los distintos servicios que en las futuras circunstancias de libre competencia es imprescindible concentrar el poder de decisión en el comité de dirección de Renfe.

Actualización con coste cero

El cambio de imagen de Renfe irá acompañado de un soporte de publicidad. La compañía asegura que el dinero destinado a esta iniciativa saldrá de los fondos que utiliza para sus campañas habituales.El esfuerzo mayor se destinará a cambiar el aspecto exterior de unos 2.000 vehículos ferroviarios que componen el parque de material rodante que la empresa explota en la actualidad. Todos los trenes se vestirán con los colores diseñados para la nueva etapa, en la que se quiere que los usuarios vean primero la imagen general de la empresa y, en segundo término, la marca específica del servicio.El lavado de cara de los convoyes será realizado en su totalidad en la unidad de Mantenimiento Integral de Trenes de Renfe. Los aproximadamente 100 nuevos vehículos que ya están comprados y que entrarán en servicio en los próximos dos años, vendrán pintados con los nuevos colores.Para el resto del material se utilizarán pegatinas de vinilo que cubrirán los antiguos logos y dejarán a la vista el nuevo catálogo de la marca. Además, y con este mismo sistema, se rotularán las franjas que recorrerán de principio a fin los coches y vagones y que servirán para distinguir el tipo de servicio que presta cada vehículo. Fuentes de Renfe han asegurado que el coste de esta compleja operación será cero.La dirección de Renfe ha decidido que el cambio de imagen, en lo que afecta al remozamiento del material rodante, se hará en dos fases. La primera, que ya se ha iniciado, consiste en pintar un vehículo de cada uno de los servicios. Si el resultado es óptimo, en el plazo de cinco meses se procederá a actualizar la imagen del resto de la flota.

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