Tras las claves de la eficiencia empresarial

'Si ustedes buscan un titular, aquí lo tienen: los consejeros delegados cada vez duran menos'. Así de taxativo se muestra Gary Cokins, autor de Performance Management, obteniendo lo mejor de directivos y empleados. Para el experto en gestión de costes de la compañía de informática SAS, 'la píldora mágica que resuelve los problemas de los grandes directivos está en el performance management' o rendimiento empresarial.

La definición de la estrategia es la principal responsabilidad que descansa sobre los hombros de los máximos ejecutivos de una compañía. Pero entre la concepción de una idea y su aplicación por parte de la plantilla hay un mundo. 'La mayoría de los empleados no saben cuál es la estrategia de su empresa. La única manera de que se involucren es que perciban que lo que hacen tiene un impacto', dice el autor. Por eso la comunicación juega un papel fundamental.

Las vías para optimizar la actuación empresarial no son nuevas. La eficiencia corporativa de la que habla Cokins se limita a relacionar unas herramientas ya conocidas con el fin de lograr que 'el resultado total sea mayor que la suman de las partes'.

El performance management se perfila entonces como 'un lubricante para la compañía'. Según el autor, 'resulta crucial la actitud del consejero delegado. Las posturas autoritarias ya no funcionan. Somos trabajadores del conocimiento, estamos formados y tenemos nuestra propia opinión. Se trata de convencer, no de imponer'.

El libro publicado por Gestión 2000 aspira a desentrañar la forma de traducir un plan empresarial en resultados, de alinear los objetivos y la gestión del conocimiento.