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Entrevista

Patxi López ofrece "estabilidad" a los empresarios del País Vasco

Nacido hace 45 años en Portugalete en el seno de una familia obrera e hijo del histórico dirigente del socialismo vasco Eduardo López Albizu, Patxi López representa en las elecciones del próximo domingo las esperanzas de cambio, después de siete elecciones autonómicas consecutivas con hegemonía nacionalista. Su principal obsesión es construir un País Vasco desde el diálogo y para ello ofrece al mundo económico estabilidad institucional y acuerdos. 'Eso suena muy bien a los empresarios', asegura.

Pregunta La economía vasca ha tenido una evolución positiva en los últimos años, por encima, incluso, de la media del resto de España. ¿A qué achaca esta circunstancia?

Respuesta Esa afirmación no es exacta en absoluto. Si cogemos los últimos datos de contabilidad regional publicados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística, hay 11 comunidades autónomas en total que han crecido más que Euskadi en el periodo 1.999-2.004, y en esos años ha gobernado el PNV y han sido los años de Lizarra y del plan Ibarretxe. Lo que sucede es que mantenemos una buena posición económica, porque siempre hemos estado mejor que el resto de comunidades y también seguimos creciendo, aunque a menor ritmo. Por tanto, cada vez nuestra ventaja competitiva es menor.

'Quien piense que el Concierto económico es una herramienta para establecer espacios de excepción en materia tributaria está equivocado'

'Hay en total once comunidades que han crecido más que el País Vasco durante el periodo 1999-2004, que han sido los años de Lizarra y del 'plan Ibarretxe'

P ¿Cuáles son los sectores económicos que, en su opinión, necesitan de una mayor dinamización?

R Sin duda alguna, necesitamos que Euskadi vuelva a tomar la cabeza en los sectores maduros que más fuertemente fueron castigados por la reconversión industrial de los años ochenta y los sucesivos ajustes que a lo largo de 20 años se han venido produciendo en Euskadi. El sector de los bienes de equipo, la reorientación del sector naval y sus empresas auxiliares son para mí una prioridad en el próximo Gobierno.

P ¿Qué compromisos económicos asume con el electorado en caso de ganar las elecciones?

R Lo primero que necesita Euskadi es recuperar la estabilidad en el marco institucional como mejor garantía para el desarrollo económico vasco. Igualmente, me parece fundamental establecer un nuevo marco de desarrollo económico basado en la mejora de la productividad, el I+D+i y la sociedad del conocimiento. Y, por último, establecer un gran acuerdo de diálogo social con empresarios y sindicatos donde se acuerde el modelo de crecimiento de la economía vasca, que a mi juicio debe basarse en mejorar la productividad y competitividad del tejido empresarial.

P ¿Ve necesario hacer cambios en el sistema del Concierto económico?

R Sobre todo, hay algo que sí convendría. Y es evitar la tentación, que a algunos les ronda, de utilizarlo como arma de confrontación política interna. El Concierto es un modelo financiero vinculado al autogobierno vasco y, por supuesto, cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos, empresariales y económicos y así debe seguir siendo. El Concierto nos permite aprovechar la indudables ventajas que supone gestionar importantes recursos desde la propia Comunidad autónoma y eso es perfectamente compatible con la solidaridad interterritorial. Puede ser que haya que hacer algún ajuste pero el Concierto va a seguir siendo una herramienta básica del sistema autonómico vasco. Quien piense que el Concierto es una herramienta para establecer espacios de excepción en materia tributaria está equivocado.

P ¿Usted cree que los empresarios vascos se sentirían más cómodos con un lendakari socialista que con uno del PNV?

R Esto es muy duro decirlo pero, mire usted, muchos empresarios vascos están definitivamente incómodos con un lendakari que apoya a los amigos de ETA y que también se apoya en ellos, mientras olvida a sus víctimas. Fíjese si estarán incómodos que algunos se han tenido que ir del País Vasco. No se olvide usted de eso, porque aunque no han sido sólo ellos, es muy cierto que los empresarios son un colectivo especialmente golpeado por el terrorismo. Y, por cierto, con independencia de cuáles fuesen sus ideas políticas.

P Sin embargo, algunos parecen confortables con la situación.

R Mire, a ningún empresario le interesa la inestabilidad. Los buenos empresarios están acostumbrados a asumir riesgos pero siempre en su negocio, en aquello que conocen. Los riesgos políticos son lo que más desanima la inversión. La inseguridad y la incertidumbre sobre lo que va a pasar si Ibarretxe sigue adelante con su proyecto de división está siendo visto por muchos empresarios con profunda preocupación. Me consta que así es. Estoy seguro de que las empresas estarán más cómodas si soy lendakari, aunque suene extraño en boca de un socialista como yo. Mi partido ya ha sido Gobierno en Euskadi y esa fue una época en la que el país funcionó más que bien. El Partido Socialista no tiene que demostrar nada en materia de responsabilidad. Estabilidad y acuerdos es lo que yo estoy proponiendo para Euskadi y eso a los empresarios le va sonar muy bien, seguro.

'Pagaremos un precio por el tiempo perdido'

 

 

¿Qué consecuencias económicas atisba en caso de una mayoría absoluta del actual tripartito vasco?

 

Inestabilidad. Una sensación de incertidumbre sobre el futuro. En definitiva, el peor escenario para la inversión. Hemos perdido ya una legislatura a cuenta del Plan Ibarretxe. No sé cuanto ni cuándo pero, seguramente, Euskadi pagará un precio económico por este tiempo perdido. No podemos permitirnos tirar por la borda otros cuatro años. Y me temo que, tal y como se plantean las cosas, el PNV está esperando esa mayoría para ver si consiguen dividir el País en dos partes como si eso fuese una prioridad en vez de una locura. Las consecuencias económicas cabe imaginarlas..

 

¿Opina que en la próxima legislatura veremos el fin de ETA?

 

No opino tanto como eso. Siempre se vuelve sobre esa esperanza en cada legislatura y es normal porque es el problema más insoportable de esta tierra, pero creo que, lamentablemente, el fin de ETA sólo llegará por medio de la presión policial y judicial. Y considero que tal vez entonces puede que aparezcan partidos o grupos nacionalistas que no estén al servicio de los pistoleros. Pero ese será otro cantar.

 

En un escenario sin ETA, ¿qué ventajas tendría un Gobierno vasco presidido por un lendakari socialista?

 

Pues las mismas que tener un presidente socialista en Andalucía o en Cataluña o en cualquier otra parte de España: que el Gobierno será más solidario y funcionará mejor, que tendrá un proyecto integrador, donde nadie sobre. Es así de sencillo. Además, los nacionalistas llevan años dándole vueltas a su obsesión por construir un país diferente y separado de España, lo digan como lo digan. Y en ese sueño, la organización terrorista ETA siempre ha estado presente. De hecho, la deriva del Partido Nacionalista Vasco es la de radicalizarse hacia posiciones cada vez más excluyentes y menos democráticas. Cuando no existan terroristas y nadie se sienta amenazado, los nacionalistas van a perder mucho tiempo en recomponer su mundo. Pero para entonces considero que ya tendremos un lendakari socialista en el País Vasco.

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