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Los supermercados ensayan el pago mediante huellas dactilares

En un futuro relativamente cercano podrá olvidarse del monedero a la hora de ir a la compra. Ni siquiera necesitará una tarjeta de crédito, sólo su dedo.

La cadena alemana de supermercados Edeka, primera del país, proyecta introducir un revolucionario sistema de pago que identifica al comprador gracias a su huella dactilar y le carga en su cuenta bancaria el importe de la compra realizada.

El sistema funciona ya en uno de los establecimientos de la cadena en la localidad de Rülzheim, al sur de Alemania, pero sólo como experiencia piloto. Si los resultados son buenos, se introducirá en otros supermercados de Edeka en los Estados federados de Sarre, Renania-Palatinado y Baden-Württemberg. Edeka cuenta con 9.100 centros en todo el país y está presente también en Austria, la República Checa, Dinamarca y Rusia.

El sistema de identificación, desarrollado por la firma alemana IT-Werke, requiere en la actualidad una inversión en torno a los 100.000 euros por caja

Un portavoz de la compañía aseguró a este periódico que el periodo de pruebas durará aún tres o cuatro meses, pero evitó hacer valoraciones por el momento. 'En verano podremos aportar ya datos concretos', añadió. El sistema de identificación de la huella dactilar, desarrollado por la firma germana IT-Werke, requiere en la actualidad una inversión en torno a los 100.000 euros por caja, aunque es previsible que un aumento de la demanda recortaría este precio.

En todo el mundo, Edeka es la primera empresa del sector de la alimentación en introducir este sistema, aunque en Estados Unidos se ha probado ya en otro tipo de comercios. El procedimiento es sencillo y sólo requiere que el cliente registre su huella dactilar, sus datos bancarios y autorice al establecimiento a cargar en su cuenta el importe de sus compras. La información se almacena en un ordenador central al que están conectados los escáneres de cada caja.

Según Edeka, la principal ventaja es el ahorro en los tiempos de espera. El sistema permite mejorar el servicio al cliente y facilitarle sus compras incluso en caso de robo de la tarjeta de crédito o falta de efectivo, afirman. Alemania afronta un periodo de bajo consumo interno debido, principalmente, al alto desempleo (más de cinco millones de personas) y todo parece poco para animar algo la débil demanda interna.

Sin embargo, la idea cuenta también con detractores que opinan que se trata de un medio de pago poco seguro. Dejamos nuestra huella dactilar por todas partes, señalan, por lo que no sería difícil que alguien pudiera reproducirla, por ejemplo, en una superficie de silicona, adaptarla a su dedo y comprar a nuestra costa. IT-Werke asegura que esto es imposible, porque el sistema no sólo reconoce la estructura de la huella, sino que también mide la temperatura corporal y reconoce si hay algún tipo de material entre el dedo y el detector.

La Federación Alemana de Oficinas del Consumidor considera que es necesario aumentar la legislación al respecto, 'ya que se trata de datos muy sensibles'. En general, la federación prefiere 'otros medios de pago en los que el cliente tiene que ser activo, dando su firma, por ejemplo'.

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