Posibles ayudas al A-350 de Airbus centran la disputa entre EE UU y la UE
La Comisión Europea (CE) advirtió ayer que la 'ventana de oportunidad' para negociar con Estados Unidos una solución bilateral al contencioso por las subvenciones a los fabricantes de aviones Airbus y Boeing no va a permanecer abierta indefinidamente, dado que hay 'importantes intereses económicos en juego'.
Concluida ayer la tregua de tres meses que UE y EE UU se habían dado para tratar de alcanzar un arreglo, las dos partes pueden volver a plantear la disputa ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) o conceder nuevas ayudas legales a sus fabricantes, recordó la portavoz de Comercio de la CE, Claude Veron-Reville.
La CE, añadió Veron-Reville, no tiene intención de iniciar la disputa ante la OMC y prefiere abrir 'un periodo de reflexión'. Por su parte, el Gobierno de EE UU tampoco ha descartado volver a la negociación, pero ha advertido de que si los Estados de la UE conceden nuevas ayudas a Airbus, en particular para el desarrollo del modelo A350, lo denunciará ante el órgano multilateral.
La portavoz de la Comisión explicó que 'si Airbus hace alguna demanda a los Estados miembros para obtener ayudas de lanzamiento, corresponderá a los Estados miembros considerarla'. Pero advirtió de que, en cualquier caso, el periodo hábil para volver a negociar, y por tanto la suspensión de las nuevas ayudas a Airbus, no puede durar 'demasiado tiempo'.
'Mientras no se emprenda ninguna acción, hay una ventana de oportunidad para la negociación. Y mientras haya oportunidad de negociar y de evitar el contencioso, deberíamos aprovecharlo', dijo. El diario Financial Times publicó ayer que la UE estaría dispuesta a aplazar posibles ayudas para la creación del nuevo A 350. La portavoz europea, Veron-Reville, al ser preguntada por la veracidad de dicha información insistió únicamente en que una dilación en las ayudas al A350 permitiría seguir negociando.
Más pedidos de Boeing
Boeing comunicó ayer haber recibido un pedido por parte de Korean Air de hasta 20 unidades de su avión 787 Dreamliner, un acuerdo valorado en cerca de 2.000 millones de euros. La multinacional estadounidense espera superar a Airbus este año en pedidos.