La zona euro lleva al G-7 su alarma por el precio del barril y el tipo de cambio
Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) se reunían anoche en Luxemburgo para debatir, entre otros asuntos, su posición común ante la reunión del G-7 que se celebra el próximo fin de semana en Washington. Los Doce consideran que los principales desafíos de la economía mundial giran en torno a EE UU y los desequilibrios de su balance fiscal y comercial, la irrupción de China en los mercados mundiales y la evolución de los tipos de cambio entre el euro y el dólar. Además, esperan que el G-7 haga un llamamiento a la contención del precio del petróleo. La pasada semana, la Comisión Europea revisó a la baja cuatro décimas (hasta el 1,6%) la previsión de crecimiento de la zona euro en 2005, atribuyendo la desaceleración principalmente a la escalda del barril de crudo.
La zona euro observa también con especial preocupación e impotencia las sacudidas que sufre la cotización de su divisa frente a la estadounidense. El impacto en la competitividad europea de la depreciación del dólar se agrava por la caída paralela de la divisa china, el renmimbi, cuya cotización permanece fija en relación con la moneda estadounidense.
El l Banco Central Europeo, cuyo presidente, Jean Claude Trichet, asistía a la reunión de anoche, insiste en que los movimientos bruscos en el tipo de cambio 'no son bienvenidos ni deseables para el crecimiento económico'.
La zona euro, sin embargo, llega al G-7 sin mucho que ofrecer como respaldo a su petición de que EE UU ponga coto a sus desequilibrios internos para permitir una evolución menos brusca del dólar. Washington ha ignorado en las últimas reuniones esa demanda, responsabilizando a la zona euro del escaso crecimiento mundial.