Recibos asegurados
Mapfre y Cardif preparan seguros que se hacen cargo de pagos como la luz, el teléfono o los préstamos
De igual modo que existen coberturas que aseguran el pago de la cuota de la hipoteca o la letra del coche en situaciones de incapacidad temporal o desempleo, próximamente existirá la posibilidad de contratar un seguro que permita despreocuparse de los habituales recibos mensuales cuando acontecen estas inesperadas situaciones.
La iniciativa cuenta con una prueba piloto, la que puso en marcha una compañía de telefonía móvil, Vodafone, que desde hace unos meses mantiene una promoción en la que regala un seguro de estas características a los autónomos que contratan uno de sus planes. El producto, todavía vigente, cubre la factura del móvil ante bajas por enfermedad (común o profesional) o por accidente.
Los nuevos sistemas de protección de recibos que Mapfre y Cardif esperan tener en el mercado en los próximos meses, constituye, según los expertos, la última generación en seguros.
Agrupado en la categoría de protección de pagos, el nuevo seguro tiene como objetivo garantizar los pagos fijos regulares mensuales que se producen en el entorno familiar del asegurado en caso de desempleo e incapacidad temporal como la hipoteca, los préstamos personales del usuario, los gastos de la luz, el teléfono e incluso podrán llegar a cubrir -si el cliente así lo elige- la factura del colegio de los niños. 'Se trata de un producto muy elástico que puede cubrir desde una hipoteca hasta facturas pequeñas por lo que podría tener una prima muy atractiva', señala Ignacio Sáinz, director de marketing de Cardif.
Según esta compañía, existen dos formas de lanzar el producto al mercado, una ligado al recibo de una compañía de servicios, y por lo tanto ofertada por la empresa en cuestión, o asociarlo a una cuenta corriente. 'En este caso, mediante un pago periódico, que podrá ser anual o semestral, el cliente podría tener cubierto un abanico de facturas domiciliadas en su cuenta', señala Sáinz. El periodo de cobertura dependerá de la opción elegida. Y es que en algunos casos, se puede ofrecer la posibilidad de suscribir un seguro de protección de pagos -como sucede en los préstamos hipotecarios- para casos de fallecimiento o para situaciones de desempleo o incapacidad temporal. En el primer caso, las compañías contemplan una cobertura de hasta 12 meses, aunque en algunos préstamos puede abarcar todas las cuotas pendientes de pagar, mientras que para situaciones de desempleo o incapacidad temporal suele rondar los seis meses, el periodo máximo que según las estadísticas tarda una persona en encontrar un nuevo empleo.
La prima varía en función del producto. En Cardif, por ejemplo, calculan que un seguro de protección de pagos durante toda la duración del crédito para un préstamo que financie un automóvil podría costar unos ocho euros al mes. En el caso de la protección de recibos, y calculando una cobertura para un capital de unos 300 euros al mes (incluyendo las facturas de gas, electricidad y teléfono entre otros), la prima podría ser de entre uno y dos euros mensuales para una cobertura de 12 meses en caso de fallecimiento y seis en situaciones de desempleo o incapacidad temporal.
'El importe es muy pequeño y el beneficio se ve muy rápido', sostiene Francisco Fernández Lamela, director de grupos de afinidad de Marsh, firma de consultoría de riesgos y correduría se seguros que comercializa este tipo de seguros para compañías de telefonía móvil, financieras de consumo y tarjetas.
El perfil del usuario al que va dirigido este producto es, según Mapfre, un profesional por cuenta ajena o un autónomo, de entre 30 y 50 años y con cargas familiares. 'Entre sus principales coberturas se encuentra una garantía por valor de 6.000 euros para gastos urgentes en caso de que el asegurado fallezca como consecuencia de un accidente', añaden desde Mapfre.
En Cardif manejan un perfil similar y añaden que la mayor cultura financiera de los españoles les está llevando a cubrirse frente a posibles imprevistos. Las previsiones que manejan las aseguradoras son positivas, de hecho esperan una contratación masiva del producto, como ya ha sucedido en el segmento de financiación de automóvil.
Algunos expertos, sin embargo, se muestran suspicaces. Fernández Lamela sostiene que tras la liberalización de sectores como el gas o la electricidad, estas compañías podrían mostrar cierta reticencia a introducir un producto adicional en su factura.
Un habitual de las hipotecas
Garantizar el pago de las cuotas de una hipoteca en caso de desempleo e incluso de fallecimiento o invalidez del suscriptor es habitual de un tiempo a esta parte. Este tipo de seguros -que muchas entidades venden como obligatorio cuando es de libre contratación- es habitual suscribirlo por un periodo de cinco años. 'Es cuando el cliente tiene mayor inestabilidad laboral y tiene que hacer frente a más desembolsos', sostiene Ignacio Sainz, de Cardif.El coste de este seguro, que suele abonar en una prima única y se financia dentro del préstamo, ronda entre el 0,9% y el 1% del capital total. Banco Popular, una de los bancos que ofrece este producto cubre, en caso de desempleo o incapacidad temporal el importe de la cuota con un máximo de 1.600 euros al mes para hipotecas y 900 para el personal en 12 cuotas consecutivas o 24 alternas.
Demandado para las tarjetas
Cuando se trata de medios de pago el seguro de protección puede abarcar los pagos pendientes en el caso de las tarjetas revolving (las que permiten disponer de las cantidades ya amortizadas) o los de protección frente a robos o pérdidas. Banco Sabadell o Bankinter, que ofrecen el seguro diseñado por CPP (Card Protection Plan), y La Caixa, ofrecen este tipo de productos que cubren desde el uso fraudulento de los plásticos hasta la cancelación y reposición de tarjetas así como la protección de objetos personales. Estos seguros ofrecen coberturas también cuando el asegurado se encuentra en el extranjero. De hecho, en muchos casos, ante estas situaciones ofrecen mayores ventajas a los titulares como el adelanto de dinero en efectivo. El precio de estos seguros ronda los 21 euros al año para un titular y 35 cuando son dos los asegurados.
La cobertura a los autónomos
La desprotección que sufren los trabajadores por cuenta propia ante situaciones de baja temporal convierten a este colectivo en uno de los objetivos de las compañías aseguradoras. No en vano, el diseño de productos que solucionen sus necesidades ante situaciones de urgencia va en aumento. Los seguros de protección de pagos, en todas sus categorías, están muy enfocados, de hecho, a este segmento. Pero no son los únicos. Mapfre, por ejemplo, ofrece distintas coberturas que pueden suplir la entrada de ingresos cuando el trabajador está incapacitado temporalmente. Una de ellas es el Plan integral de autónomos, que ofrece a este colectivo una indemnización diaria por incapacidad temporal. Además, algunas entidades ofrecen, como es el caso de Bankinter, el seguro de ventas a crédito para empresas, que, proporcionado por Mapfre, permite a las empresas cubrir el riesgo de posibles impagos de sus compradores nacionales y extranjeros.