Las memorias sociales, faltas de armonía
El 50% de las empresas del Ibex 35 ya presenta su memoria de responsabilidad corporativa, un número que seguramente aumente en las próximas semanas con la celebración de las juntas de este año. Si en 1995 sólo 200 empresas contaban con estas memorias no financieras, en 2004 se calcula que se presentaron en torno a 1.800, según Corporateregister.com.
Estos informes se están extendiendo a gran velocidad, especialmente en Europa, como se desprende del estudio de la consultora de referencia en este ámbito Sustainability, que calcula que a pesar de los avances aún hay unas 50.000 multinacionales que reportan exclusivamente su cuenta de resultados.
La principal crítica que recae sobre estos documentos es que abarcan campos muy dispares, agrupados en temas económicos, medioambientales y sociales, recopilando datos que van desde el número de mujeres contratadas a los sistemas de gestión ambiental usados o las relaciones con los proveedores. Esto hace que sea difícil de evaluar la memoria o comprarla con la de su competencia.
Este es un problema que se trató de resolver desde los inicios, hace 10 años, cuando se empezó a hablar de los primeros informes de sostenibilidad, que en un principio fueron sólo medioambientales. Naciones Unidas y Ceres decidieron crear el Global Reporting Iniciative (GRI) que desde entonces ha creado las guías para definir los indicadores que deben medirse, convirtiéndose en el estándar más utilizado entre las corporaciones que realizan estas memorias.
'A pesar de las críticas es el único estándar que tenemos', recalca Raquel Aranguren, directora técnica de la Fundación Entorno, entidad que traduce la guía en España. De hecho, GRI ha conseguido una gran aceptación entre las empresas españolas. De las 700 empresas en el mundo que se guían por GRI, 45 son españolas, y de las 52 que siguen la fórmula 'in accordance', que supone unas exigencias extra como que el informe esté avalado por el equipo directivo, 17 son españolas.
Pero las indicadores que se analizan aún siguiendo GRI son muy variados. De hecho, GRI está tendiendo a especializar sus guías según áreas de actividad. Pero existen otras dificultades que afectan a la elaboración de las memorias no financieras
'El primer problema es saber para quién hago esta memoria', comenta José Luis Blasco, director de Sostenibilidad de KPMG, que resalta que en un principio las empresas no saben exactamente a quién quieren dirigirse y que su principal preocupación se limita a hacer un informe más original y completo que el de sus competidores.
Otro de las grandes cuestiones es quién lo escribe. En un principio eran los departamentos de medio ambiente, que primaban los datos y la cuantificación. Con la llegada de las leyes de transparencia y el boom del gobierno corporativo han pasado a manos de los departamentos de comunicación, que lo han ido transformando en informes con un carácter más social y donde se insiste en una mayor descripción. Para la Fundación Entorno, lo más recomendable para recopilar una información tan dispersa es crear un grupo interno de trabajo en el que estén representados todos los departamentos.
Los expertos han detectado una evolución en la calidad de estos informes. El cambio ha sido de lo descriptivo, cuando se intentaba clavar los datos que indicaba GRI, a hablar de compromisos, resaltando las relaciones con los distintos grupos de interés. Los que dan un paso más muestran incluso sus estrategias concretas para superar sus principales retos en las distintas áreas como ya han hecho BBVA, Ence, FCC o SCH.
Son los informes de tercera generación donde 'se refleja la capacidad de transformación', apunta Blasco. 'Están hechos desde el punto de vista del riesgo', añade Aranguren.
Mejoras. Nueva guía de GRI para 2006
La nota más alta que una memoria ha recibido en el último análisis de Sustainability es de un 71%. Desde la perspectiva más optimista, la consultora cree que lo ideal es que en 2010 ésta fuese la nota media. Para llegar a este grado de compromiso y transparencia apunta varias mejoras, especialmente en el área de la verificación que es el aspecto menos desarrollado.Sustainability también habla del momento clave en el que se encuentra GRI y de su transformación. La propia GRI lleva años trabajando en la tercera generación de su guía, que publicará en 2006, cuyos avances se centran en cinco campos:- Alinear el informe con el proceso de gestión de la empresa Con el fin de ser una verdadera herramienta que ayuda a mejorar la organización de la empresa, se desea que el proceso de escribir el informe esté relacionado con los departamentos que definen la estrategia y tienen capacidad de decisión.- Más claridad Se desea ofrecer datos más profundos y claros que den más consistencia al informe, que permitan a los usuarios analizar y comparar distintas memorias- Armonización GRI quiere homogeneizar sus guías con los códigos de gobierno corporativo, y otras herramientas y estándares existentes.- Más fácil Las guías resultan complejas y para simplificar su uso habrá cambios en sus contenidos y presentación; además de nuevos materiales y tecnologías de soporte.- Importancia El fin último de GRI es proveer información relevante para los distintos grupos de interés. Las guías darán más orientación sobre cómo priorizar los datos para que estos informes se conviertan en una herramienta financiera.
Experiencias. Una motivación más allá de las exigencias regulatoriasSiemenstetra packUnión FenosaForo de reputación
Siemens'Si no se da a conocer nuestra apuesta por la generación de riqueza, nadie la podrá valorar', explican desde Siemens, donde consideran que su memoria de responsabilidad corporativa es 'la mejor carta de presentación'. Siemens asegura haber alcanzado un grado de madurez en la redacción de su memoria, después de haber superado una fase donde los principales problemas fueron el seleccionar la información más relevante y decidir cómo presentarla de manera 'asequible e interesante para cualquier lector'. No han usado un estándar único pues desean crear un documento 'específico que refleje nuestra personalidad'.Tetra Pack'Una empresa no puede entenderse sin referencia a la sociedad en la que existe', señalan en Tetra Pack. Los puntos más delicados al sentarse a escribir su memoria han sido el encontrar un equilibrio entre 'la información que la empresa está interesada en publicar, la que efectivamente se puede publicar y la que interesa a nuestros grupos de interés'. Han utilizado instrumentos internos y se han preocupado especialmente en que los datos pudiesen medirse, 'y ver su evolución en el tiempo'. Para Tetra Pack ha sido clave definir quiénes son sus partes interesadas pues cree que de ello dependerá el éxito de su memoria.Unión Fenosa'La supervivencia de la compañía pasa hoy por unos resultados económicos conseguidos acreditando prácticas responsables', aseguran en Unión Fenosa, donde creen que este tipo de documentos aún son jóvenes. 'En cuanto maduren será tan sencillo como cualquier otro proceso'. En esta eléctrica han optado por guiarse con las directrices GRI, aunque a pesar de la ayuda no ha resultado sencillo. 'Al ser un proceso de carácter transversal representa una dificultad añadida pues en algunas áreas no existen históricos para la medición'. Pese a todo, Unión Fenosa cree que aún queda recorrido para la mejora.Foro de reputación'En responsabilidad social, las empresas españolas estamos a la cabeza en muchos campos', asegura Ángel Alloza, director de reputación de BBVA, y portavoz del Foro de Reputación Corporativa, asociación que agrupa a once de empresas entre las que está Telefónica, Gas Natural o Agbar, al comentar que España es el segundo país europeo en número de memorias y el segundo en participación en el Pacto Mundial. 'Estamos en la vanguardia en aspectos como la medición de intangibles', insiste Alloza que quiere resaltar que estas iniciativas han partido de las propias empresas, de manera voluntaria, sin ninguna exigencia legal.