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Vicente Pérez-Jaime

'El IRPF debe equiparar plan de pensión y dependencia'

Sólo el 3% de las personas mayores de 65 años cuenta con un servicio de ayuda a domicilio. El Gobierno pretende incentivar los seguros de dependencia en el IRPF para primar fórmulas de ahorro a largo plazo, alternativas a los planes de pensiones.

Vicente Pérez-Jaime lleva casi diez años tratando, entre otros, con seguros de dependencia, un producto financiero que el Gobierno quiere primar fiscalmente en la reforma del IRPF. El experto charla con Cinco Días sobre esta nueva figura que intenta abrirse paso en España.

¿Qué son los seguros de dependencia?

Es todo aquel seguro que cubre las consecuencias económicas por la pérdida de funcionalidad (incapacidad física y psíquica) de las personas. Se llaman de dependencia porque los afectados dependen de terceros para realizar sus tareas. No cubren las circunstancias sanitarias o el fallecimiento, para eso están los seguros de salud y los de vida.

¿Está bien definido el término de 'dependencia' en España?

Ni en España ni en el extranjero. Es un concepto subjetivo. En los países anglosajones (donde está más desarrollado), la dependencia varía en función de la póliza que se contrate. Es el gran problema de fondo. El Gobierno pretenderá acotar qué es lo que se entiende por dependencia, para darle una deducción fiscal.

La dependencia tiene como principales escollos la definición del concepto, su graduación (cambia con el tiempo), y su tarificación (fijación del precio de la póliza. Hay dos corrientes que resuelven el problema de la tarificación. Una de ellas fija un precio estándar al seguro, al que se le ponen muchas exclusiones para delimitarlo. La otra alternativa es un seguro en el cual se van retocando las condiciones conforme va evolucionando el paciente y la experiencia del mercado financiero en estos productos. También hay soluciones mixtas.

¿Cómo están contemplados los seguros de dependencia en España?

En España no existe legislación, pero no están prohibidos. Se pueden contratar. Algunas compañías los ofrecen, pero son pocas. Han tenido escaso éxito hasta el momento porque son pólizas de importe elevado y sin incentivo fiscal. No son las típicas cuotas de unos 200 euros al año sino esa cantidad al mes.

Básicamente, hay dos tipos. En uno se calcula el riesgo de incurrir en una situación de dependencia, pagando una prima para el día en que ocurra. El otro tipo consiste en contratar el seguro una vez producida la contingencia, que cubra los riesgos de alza del coste del servicio. Cuando se dicte una norma concreta debería permitirse todo tipo de ofertas. Incluso fórmulas mutualistas, que regulen el coste según la experiencia (serían pólizas más dinámicas).

¿El IRPF es un instrumento adecuado para incentivarlos fiscalmente?

Sí, aunque no tiene por qué ser el único. Otra opción sería que los recursos destinados a dependencia no pagaran otros impuestos. Por ejemplo, si tengo una casa y quiero suscribir una póliza de dependencia, la venta del inmueble podría quedar exenta o bonificada (la plusvalía y los gastos de transmisión).

También podría estar bonificada la venta de un activo (acciones en Bolsa) para solventar este problema de dependencia. Todo esto permitiría al Estado restar presión asistencial. El modelo familiar está cambiando. No es lo mismo familias con cuatro hermanos (pueden soportar la carga de un familiar), que las que tienen un solo hijo.

¿Cuál sería la mejor fórmula para fomentarlos en el nuevo IRPF?

Las deducciones deberían aplicarse en la base del impuesto en vez de en cuota, para tener el máximo atractivo. El IRPF debería equiparar el trato fiscal de la dependencia con el que reciben los planes de pensiones. Es decir, permitir aportaciones anuales a estos seguros con reducción en la base, como sugiere la patronal Unespa.

¿Tendrán éxito los seguros de dependencia?

Tendrán un arranque lento, pero se irán extendiendo por la sociedad como ha ocurrido con los planes de pensiones. Habrá que esperar 15 o 20 años.

'Solbes debería forzar el rescate en forma de renta'

Pérez-Jaime se muestra contrario a recortar las aportaciones máximas a planes de pensiones con derecho a deducción fiscal, como ha anunciado el Gobierno. 'Sería un error. Hay muy poca gente que llegue al máximo. Si, además, rompes la tendencia de Gobiernos anteriores de ir mejorando el trato, provocarás que se utilice menos este producto, dado que los contribuyentes tienen en muy cuenta el factor fiscal', añade.Sin embargo, Vicente Pérez se muestra partidario de incentivar el rescate de estos planes como renta periódica, como también pretende el Ejecutivo. 'Eso sí. Me parece razonable que como se están dando muchas ventajas fiscales éstas no puedan destinarse a otros fines como un mayor consumo. Solbes debería forzar el rescate de los planes en forma de renta, excepto si son cantidades pequeñas, que podrían cobrarse en forma de capital', comenta.

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