La reforma del concurso de obras prevé recortar los plazos y trámites
La reforma que negocian el Ministerio de Fomento y las empresas constructoras pretende simplificar los trámites que se exigen en la actualidad a las sociedades que acuden a los concursos de grandes obras, así como acortar los plazos y poner coto a las rebajas de precio temerarias.
Nada más llegar al Ministerio de Fomento, su actual titular, Magdalena Álvarez, criticó abiertamente cómo se habían planteado buena parte de los concursos de obra convocados por el equipo de su antecesor. Por ello, anunció su intención de proceder a una reforma de los pliegos de los contratos de las licitaciones para prevenir retrasos y aumentar la calidad de la construcción.
Y dicho y hecho. El ministerio ha creado un grupo de trabajo que ya ha hecho entrega de un primer borrador de propuesta a las tres principales patronales del sector: la que agrupa a las grandes compañías Seopan, la Asociación Nacional de Constructoras Independientes (ANCI) y la Asociación Nacional de Empresas Constructoras de Obra Pública (Aerco).
Una de las claves de la reforma será la negativa a licitar de manera conjunta proyecto y obra, algo que se generalizó en la última etapa de Francisco Álvarez-Cascos y que, según Magdalena Álvarez, si bien puede propiciar una agilización de los plazos, a la larga genera problemas de reformados y retrasos que pueden evitarse, según reconocen fuentes del sector.
Sin embargo, la Administración y las compañías, independientemente de su tamaño, coinciden en que es necesario buscar fórmulas capaces de simplificar la ingente cantidad de documentación que deben presentar las empresas cada vez que optan a un concurso.
Las constructoras aseguran que se debería exigir una documentación, cuya vigencia fuera amplia y simplemente irla actualizando una o dos veces al año. 'Además de simplificar el trabajo de las empresas, es una ventaja para las mesas de evaluación que deben decidir quiénes son los adjudicatarios, ya que emplearían menos tiempo en el estudio de cada oferta', subrayan las mismas fuentes.
Con ello además se podrían obtener también ahorros considerables en los plazos que debe seguir el proceso y adelantar de ese modo el inicio de la obra.
Otra de las grandes preocupaciones del sector privado y también de la Administración es el fenómeno de las rebajas temerarias de precio, que no es extraño que en ocasiones lleguen al 30%.
'Cuando se alcanzan recortes del precio de licitación de esa magnitud sólo puede ser por dos cosas: una, la empresa que oferta tan barato para estar diciéndole al licitador que ha redactado mal el contrato, que no suele ser el caso, y la segunda es que necesita de forma tan acuciante el trabajo que está dispuesta a acometerlo por menos precio con los riesgos que ello conlleva y dispuesta a recuperar la diferencia vía modificados adicionales', explican desde una gran empresa.
Por último, en el capítulo social es donde parece que existe bastante coincidencia entre todas las partes. De hecho, el Gobierno ya ha aprobado, con el plácet generalizado del sector, la introducción de nuevos criterios sociales en las evaluaciones de las ofertas.
Hasta el momento estas modificaciones se refieren a las políticas orientadas a fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente una iniciativa por la que se valorará positivamente en los concursos a las empresas que tengan mujeres en cargos directivos. Fomento se inclina además por dar más importancia a criterios como la seguridad y las medidas encaminadas a proteger el medio ambiente.
Ingeniería. Las consultoras apuestan por que se generalicen los procesos restringidos
Además de la reforma que hay en marcha de los pliegos de los contratos de obra, las empresas de ingeniería y consultoría han solicitado que también se modifiquen sus concursos. æpermil;stas son sus principales exigencias:Proceso restringido. Este mecanismo está contemplado en la Ley de Contratos del Estado española, pero lo cierto es que su utilización es mínima. Según datos de la patronal Tecniberia/Asince, en España sólo se utiliza en el 2% de los casos, el menor porcentaje de la UE. Este sistema consiste en fijar en los concursos las condiciones que deben cumplir las empresas que optan a la licitación. Es, en cierto modo, una preselección que reduce considerablemente el número de ofertas a evaluar, además de aumentar la competitividad, según el sector. No obstante, las pequeñas empresas se quejan que les perjudica.Registro de empresas. Las consultoras de ingenierías han denunciado públicamente la competencia desleal que ejercen organismos como las Universidades o algunas empresas de ingeniería pública. Para evitarlo, proponen crear un registro de empresas donde se defina de manera concreta la actividad que desarrollan.Inclusión en la Ley de Concesiones. Las ingenierías van a solicitar a Fomento ser incluidas en la ley de Concesiones, así como una participación más activa en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte.