'Ser grande no significa ser mejor en el software'
Magnus Wastenson dirige el día a día de IBS desde 2002, año en que fue nombrado consejero delegado; desde entonces la compañía ha mantenido una política de adquisiciones por todo el mundo
El mundo es un supermercado global para las compañías de software. La filial tecnológica participada por Ikea, IBS (International Business Systems), se fue hasta Australia para comprar en febrero la compañía TMS, 'porque tienen el mejor software para la distribución editorial', dice Magnus Wastenson, presidente de la firma sueca. Su campo es el software de gestión empresarial. Con 2.000 personas en plantilla, el año pasado facturó 260 millones.
Pregunta ¿Cómo hacen para defenderse de las grandes multinacionales del software?
respuesta Es como en cualquier otra industria, eres muy grande o estás muy especializado. En la automoción, GM es la más grande pero no la mejor. Ahí está Porsche, una firma muy especializada. Ser la más grande no siempre significa ser el mejor en el software. SAP u Oracle son muy fuertes entre las grandes corporaciones, pero nosotros estamos muy especializados. En lugar de ser el número cinco o el número diez en el mercado general queremos ser número uno en nichos como la distribución farmacéutica, eléctrica, etcétera.
P Acaban de fusionar sus subsidiarias de España y Portugal, ¿por qué?
r Creemos que combinando estas filiales podemos ser más fuertes en nuestros mercados objetivo.
P ¿Cuál es su actual situación en España?
r Hay posibilidades de crecimiento en la distribución farmacéutica y eléctrica, así como en el sector vitivinícola y alimenticio. Las tecnologías de la información se han convertido en una forma de transformar el negocio. Es necesario cambiar de perspectiva y comprender que no se trata de proyectos tecnológicos sino de negocio.
P Y las empresas medianas españolas, ¿son sensibles a ese enfoque sobre la tecnología?
r Estuve el año pasado en una gran conferencia europea celebrada en Sevilla sobre distribución y tuvimos una acogida fantástica. Muchas compañías farmacéuticas están interesadas en este tipo de tecnologías para sus suministros porque tienen volúmenes de transacción muy grandes y márgenes de beneficios estrechos, así que necesitan una cadena de suministro eficiente. Comienzan a darse cuenta de que precisan la tecnología para conseguirla.
P ¿Cree que las pymes españolas invierten tanto en tecnología como en otros países de Europa?
r En algunas áreas muchas empresas tienen software antiguo porque no han invertido desde hace años. Gran parte de su demanda viene ahora más provocada por la competencia que por la aparición de nuevas tecnologías. Es el mercado el que te lleva a necesitar una cadena de suministro más eficiente, para reducir costes y mejorar los servicios a los clientes. Muchas compañías han conectado ya sus departamentos, ahora el desafío es conectarse con los clientes y suministradores.
P Ha citado en varias ocasiones su interés por la industria farmacéutica. ¿Qué necesidades tiene?
r Reducir sus costes, aumentar su automatización, mejorar el servicio a los clientes, etcétera.
P ¿Barajan alguna adquisición en 2005, después de haber comprado la australiana TMS?
r Desde luego. Con la compra de TMS nos hemos hecho con el mejor software del mundo para la distribución de libros, pero estamos comprometidos a mejorar rápidamente en determinados segmentos industriales. .
P ¿Es esta la mejor forma de crecer en su sector?
r La fórmula combina crecimiento orgánico y adquisiciones. También hemos vendido una empresa en Reino Unido. Era excelente pero trabajaba en un mercado muy local en el que no veíamos sinergias a largo plazo para el negocio internacional.
P IBS ha firmado un acuerdo con la compañía rusa Cenimex. ¿Despierta el mercado ruso para el software empresarial?
r Es un mercado muy interesante, hay muchas compañías finlandesas que se están expandiendo en Rusia. Y también Japón es atractivo porque no han estados interesados en el desarrollo de software durante años.
Ikea reparte capital por tecnológicas europeas
La compañía de muebles sueca Ikea es la principal accionista de IBS a través de Catella Holding, un grupo fundado en 1987 con múltiples intereses repartidos por Europa en tecnológicas, financieras e inmobiliarias. Catella es el accionista de referencia de IBS. Controla (a través de Catella Holding y Catella Fonder) un 16.9% de la compañía aunque el número de votos del consejo se eleva hasta el 38,7%. Mediante la sociedad Inter, Ikea mantiene un 9% de Catella Holding. El resto de accionistas de International Business Systems son minoritarios con un peso limitado en el consejo. IBS, por su parte, cuenta entre sus socios 'estratégicos', dice Wastenson, con IBM. Con el Gigante Azul mantiene un acuerdo desde hace años que fue reforzado en 2004. En España, después de la integración con Portugal, IBS Iberica, cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona, Lisboa y Oporto.