Pfizer activa un drástico plan de ajuste por la pérdida de patentes
Las acciones de Pfizer subieron ayer un 3,9% después de que la multinacional estadounidense presentara ante analistas un agresivo plan de ajuste que contempla un recorte de 4.000 millones de dólares anuales de gasto de aquí a 2008.
La pérdida de patentes de algunos de sus principales fármacos, la competencia de los medicamentos genéricos, y la menor demanda de sus fármacos para la artritis (los que pertenecen a la familia de medicamentos conocidos como Cox-2), son algunos de los principales escollos que afronta la compañía.
La perspectiva para 2005 señala un marcado empeoramiento de Pfizer. Este año 'será de transición; además de la pérdida de exclusividad de venta de algunos artículos, encaramos algunas incertidumbres' reconoce Hank McKinnell, presidente de la mayor farmacéutica del mundo en un comunicado publicado ayer. Pfizer afronta la pérdida de la patente de su segundo fármaco en ventas, Norvasec, en 2007, y la de su tercer medicamento más vendido, Zoloft, en 2006.
McKinnell señala como incertidumbres la acogida de los pacientes de los nuevos medicamentos que lanzará la compañía así como las presiones sobre su fármaco Celebrex, un Cox-2 sobre el que varios científicos han advertido sobre su consumo (un medicamento similar de Merck, Vioxx, fue retirado del mercado a finales del pasado mes de septiembre por incrementar el riesgo de padecer un ataque al corazón).
Además, los costes de la fusión con Pharmacia, valorados en 2.400 millones de dólares, también se dejarán notar en las cuentas de este año de Pfizer.
Aun así, la compañía invertirá este año en investigación y desarrollo 8.000 millones de dólares, 300 más que el pasado ejercicio.