DaimlerChrysler intenta revivir Smart con un recorte de gastos
DaimlerChrysler anunció ayer la puesta en marcha de un plan de reestructuración para relanzar Smart que tendrá un coste de 1.200 millones. El proyecto reducirá empleos y modelos.
DaimlerChrysler ha decidido poner fin a la sangría de pérdidas que, durante los últimos siete años, ha supuesto Smart, la filial de coches pequeños creada por Mercedes y Mitsubishi. El objetivo es reducir costes y para ello se reducirá plantilla y se eliminarán modelos.
El coste del proceso se cifra en 1.200 millones de euros, con el objetivo de reducir en un 30% los gastos en dos años. Los planes prevén que los ingresos aumenten en unos 600 millones de euros en 2007. Este desembolso afectará a la cuenta de resultados del grupo este año, según señaló la empresa en un comunicado.
Desde el lanzamiento de su primer modelo en 1998, Smart ha acumulado pérdidas de unos 2.500 millones de euros.
Smart emplea a unos 2.200 trabajadores en Francia y Alemania. Los planes del grupo contemplan que 600 empleos de la fábrica alemana y 100 de la sede francesa sean eliminados dentro del proceso de reestructuración.
Como parte del plan, algunos de los modelos dejarán de producirse. Así el roadster cesará su fabricación este año y los planes para lanzar un compacto todoterreno se paralizan. Esto deja al grupo con el tradicional microcoche de dos plazas y el nuevo modelo de cuatro plazas. Los acuerdos de fabricación con Mitsubishi, se mantienen.
La marca, con los cambios, perderá independencia dentro del grupo ya que áreas significativas como las de compras, servicios posventa y otros estarán integradas en Mercedes-Benz para generar mayores ahorros de costes. El grupo insiste en que Smart es la división que mejor completa su línea de negocio, centrada en los vehículos de lujo.
Cuando el proyecto de Smart se gestó en 1994, el objetivo era vender 200.000 coches del modelo biplaza, ahora llamado ForTwo, cada año. En 2004, el número de vehículos vendidos fue de 153.000, por debajo de la estimación del año pasado, que era de 155.000 unidades.
La empresa había previsto que 2006 fuera el año del equilibrio financiero, una fecha que inicialmente se había establecido para 2004, pero que se retrasó al fallar la previsión de ventas.
Los precios han sido un elemento determinante para llegar a esta situación. El microcohe original empezó a venderse a 8.820 euros, más que el Cuore de Daihatsu, que costaba 7.795 euros. El Smart ForFour, que cuesta 12.990 euros, compite con el C3 de Citroën o el Micra de Nissan, con precios mucho más bajos.
Antes hubo la reestructuración en Detroit y la de Mitsubishi
DaimlerChrysler va de reestructuración en reestructuración. Primero intentó recomponer el negocio en Estados Unidos, que gestiona Chrysler y que tuvo un coste de 4.000 millones de euros. Luego le tocó el turno a Mitsubishi, que atravesó graves problemas por su elevado endeudamiento, y ahora parece que Mercedes también arrastra problemas. De hecho, la firma de la estrella ha perdido cuota de mercado en beneficio de BMW y Toyota. La puntilla llegó el jueves, cuando el fabricante llamó a revisión a 1,3 millones de vehículos para sustituir defectos en algunas piezas eléctricas y en los frenos, algo que los analistas han visto también con preocupación.