La Generalitat retrasa el cierre de Barayo, mientras LG Philips aprueba su disolución
La Generalitat de Cataluña instó ayer a LG Philips a mantener abierta durante los próximos 15 días la factoría de Barayo, la única que mantiene actualmente en España. Este es el plazo fijado para que se llegue a un acuerdo con los trabajadores, o bien la propia Administración decida sobre el expediente de cierre.
Paralelamente, la compañía coreano holandesa celebró en la tarde de ayer junta extraordinaria en la que aprobó la disolución de Barayo. Con todo, LG Philips, que había parado la factoría de forma definitiva, aceptó reanudar la producción el próximo lunes, a pesar de que la plantilla ha planteado una jornada de huelga para trasladarse hasta Madrid y manifestarse ante la sede central de Philips.
Tanto fuentes de la empresa como de los sindicatos señalaron que la factoría podrá funcionar a medio rendimiento, porque el paro definitivo estaba previsto para ayer jueves y las materias primas empiezan a escasear. En cualquier caso, el final de la última planta de Philips en España no será igual al de Lámparas Z, que cerró incluso antes que los trabajadores abandonarán la fábrica. En este caso, hubo acuerdo previo con la dirección. Lámparas Z cerró a mediados de febrero pasado la histórica planta de bombillas, producción que se ha trasladado a Polonia.
Barayo, la antigua Miniwatt, cuenta con una plantilla de 319 trabajadores. Después de varias reuniones, la empresa dio ayer por rotas las negociaciones con el comité. Además, LG Philips volvió a plantear las mismas condiciones iniciales, consistentes en 45 días por año trabajado, con un límite de 42 mensualidades y 2.400 euros de indemnización frente a los 3.600 euros a los que se había llegado en la última reunión. La edad de prejubilación se aumentó de los 52 a los 53 años, con el 80% de la renta temporal o vitalicia. La primera oferta no contemplaba recolocaciones en la zona de influencia de la factoría. En este sentido, La Generalitat anunció a principios de este año que no aprobará ningún expediente que no contemple un plan social para los empleados. Barayo ha acumulado pérdidas de alrededor de 73 millones de euros desde 2001. LG Philips mantiene en propiedad los terrenos de la planta.