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CincoSentidos

Rayos UVA, sólo para adultos peor que el sol

No son buenas para nadie, pero mucho menos para niños y adolescentes. Ante la llegada del buen tiempo, la Organización Mundial de la Salud ha lanzado un mensaje de alerta contra la tendencia a utilizar lámparas de rayos ultravioleta en un afán por lucir un bronceado rápido e impecable.

La OMS es muy clara en sus planteamientos. 'El uso de camas solares conlleva un riesgo de cáncer de piel y ninguna persona menor de 18 años debería utilizarlas'. La organización señala que existe la certeza de que los jóvenes que sufren quemaduras por exposición a los rayos ultravioleta 'corren un mayor riesgo de desarrollar un melanoma en etapas posteriores de la vida'. Estudios recientes, advierte el informe, demuestran que existe una relación directa entre el uso de camas solares y el cáncer de piel.

Pese a que muchos adeptos a esta forma de broncearse se justifican aludiendo a que algunos dermatólogos aconsejan su uso, los expertos de la OMS despejan todo tipo de confusión en este sentido. 'Hay aparatos médicos de rayos ultravioleta que se utilizan con buenos resultados para tratar algunas infecciones, como la dermatitis y la psoriasis'. Esos tratamientos, sin embargo, deben realizarse bajo estricta supervisión médica 'y nunca en establecimientos comerciales de bronceado ni en camas solares para uso doméstico'.

Según los datos de la OMS, cada año se producen en el mundo 132.000 casos de melanoma maligno (el cáncer de piel más virulento) y un total de 66.000 personas mueren a causa de éste y otros tumores de piel. En los últimos años las cifras de esta forma de cáncer no han dejado de aumentar. Se han duplicado, por ejemplo, en Estados Unidos durante los últimos 30 años y se han triplicado en países como Noruega y Suecia.

'El aumento de las camas solares, junto al deseo y la moda de lucir una piel bronceada son las principales causas de este rápido aumento del cáncer de piel', advierte el organismo. Así, la incidencia del melanoma puede variar hasta más de 150 veces de un país a otro. Los índices más altos se localizan en los países cuya población tiene la piel más clara y existe una mayor cultura del bronceado, como Australia, Nueva Zelanda, América del Norte y el Norte de Europa.

Entre las principales consecuencias de un exceso de radiación ultravioleta figuran, además del cáncer de piel, las lesiones oculares (cataratas, fotoqueratitis y fotoconjuntivitis) y el envejecimiento de la piel.

Peor que el sol

'Algunas camas solares pueden emitir niveles de radiación ultravioleta muy superiores a las radiaciones del sol estival de mediodía en la mayoría de los países', advierte la OMS en su informe sobre las camas solares. Desde la Asociación Nacional de Cáncer Cutáneo (SECUT) se recuerda que una toma de 30 minutos en una cabina de rayos UVA equivale a 24 horas de sol. En España, por ejemplo, se estima que anualmente aparecen nueve casos nuevos de melanoma por cada 100.000 habitantes. ¿Qué hacer ante esta situación? Tanto la OMS como la mayoría de los dermatólogos lo tienen claro: evitar las camas solares y protegerse del sol. Y, para quienes ignoren la advertencia, seguir el ejemplo de países como España, Francia o Estados Unidos, que han regulado su comercialización.

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