El Gobierno retrasa hasta 2007 la entrada en vigor de la reforma fiscal
La reforma fiscal entrará en vigor el 1 de enero de 2007, un año después de lo anunciado en un principio por el Gobierno, según ha informado esta tarde el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. Durante un acto organizado por el Colegio de Economistas de Madrid, Solbes ha confirmado que la reforma del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) se trasladará al Parlamento en el último trimestre del presente año y se tramitará en 2006 para su aplicación a partir del 1 de enero de 2007. Si se mantiene este calendario, la primera declaración bajo este nuevo marco se realizaría en 2008, tras las próximas elecciones generales. Entre las modificaciones, que no son sustanciales, está la rebaja de impuestos para las rentas del trabajo, la reducción de los tramos y el tipo máximo, la conservación de la desgravación por vivienda con correcciones y la modificación de los límites de aportación a planes de pensiones.
Como anunciado, Solbes ha su intervención en el Colegio de Economistas de Madrid para detallar la reforma, que se aplicará a partir de 2007 porque "es necesario cierto tiempo para poner en marcha esos cambios". Los cambios que se introducirán en el IRPF serán "pocos y meditados" y tendrán como objetivo recuperar la equidad en el tratamiento de las circunstancias familiares y personales, mejorar la sencillez y eficiencia del impuesto, mantener la suficiencia en la recaudación y disminuir el fraude fiscal.
Uno de los principales puntos de interés era la anunciada reducción del número de tramos de la tarifa del IRPF, que el ministro no ha aclarado si serán tres o cuatro en lugar de los cinco actuales. Como se esperaba, el plan contempla disminuir el tipo marginal máximo, que ahora se sitúa en el 45%,. Sobre el tipo mínimo, que se encuentra en el 15%, ha indicado que no se tocará, pero que, en la medida en que se reduzca el número de tipos y se modifique las deducciones, sufrirá una rebaja. Así, su porcentaje final dependerá de si el número de tramos se reduce a tres o cuatro desde los cinco actuales y del incremento del mínimo exento.
Correcciones en la deducción por vivienda
En cuanto a la controvertida deducción por adquisición de vivienda habitual, Solbes ha subrayado que se mantendrá "con algunas correcciones" que no afectarán al actual límite máximo de la base de deducción de 9.015 euros. El ministro no ha especificado estas ligeras modificaciones. La deducción actual oscila entre el 15% y el 25% anual -este límite se aplica en los primeros dos años tras la compra y si se ha usado financiación ajena- y se aplica a todos los contribuyentes por igual, con independencia de su nivel de renta. Las correcciones podrían aplicarse en alguno de estos aspectos. En la última declaración de la renta, esta desgravación favoreció a más de 5,5 millones de declarantes, con una deducción mínima muy homogénea. Por ello, el Gobierno considera que no introduce distorsiones en términos de equidad y apuesta por mantener el límite actual de desgravación.
En cambio, el titular de la cartera de Economía se ha mostrado más crítico con la deducción por inversión en planes de pensiones, al señalar que la reforma prevé el "reajuste" de los límites de las aportaciones -con carácter general es de 8.000 euros- para reforzar su equidad y atenuar la tendencia a que los mayores beneficios de la desgravación se concentren en los tramos más altos de renta. Solbes se ha preguntado hasta qué punto es razonable mantener una desgravación fiscal "tan elevada" a contribuyentes que no son capaces de efectuar aportaciones anuales de estas proporciones.
Así, ha indicado que de los contribuyentes con rentas inferiores a 30.000 euros (el 90% del total), sólo el 9% realiza aportaciones, con una cuantía media de mil euros. Los declarantes con rentas superiores a 150.000 euros, aproximadamente el 0,15% del censo, realizan aportaciones con una cuantía media anual cercana a los 9.000 euros. Además de introducir ajustes en los límites de la deducción, la reforma del impuesto primará que dichos planes se perciban en forma de renta mensual, frente al modelo actual que incentiva el rescate en forma de capital.
Junto a ello, la reforma del IRPF contemplará incentivos fiscales para favorecer el desarrollo de los seguros privados de dependencia, vitales ante el envejecimiento de la población española y como complemento a las pensiones públicas.
Menor carga sobre las rentas del trabajo
Reducir la carga tributaria soportada por las rentas del trabajo es uno de los objetivos del plan. La finalidad es compensar los gastos generales en los que incurre un trabajador y, por otra parte, discriminar positivamente esta fuente de renta frente a las rentas del capital, entre otros motivos, porque el 80% de la base imponible del IRPF corresponde a rendimientos del trabajo.
Al mismo tiempo, la reforma tratará de recuperar la equidad en el tratamiento de las circunstancias personales y familiares. Solbes ha indicado que en el esquema actual estas desgravaciones se aplican en la base imponible del impuesto, de tal manera, que a mayor renta mayor beneficio. "Esto no es justo ni equitativo, por eso, en el nuevo impuesto se modificará el tratamiento fiscal de las circunstancias personales y familiares, suprimiendo el actual trato discriminatorio en función del nivel de rentas", ha reiterado.
La intención del Ejecutivo es remitir al Parlamento el proyecto de la reforma en el último trimestre de este año, con el fin de que la tramitación parlamentaria tenga lugar a lo largo de 2006 y se propicie un debate público, antes de entrar en vigor el 1 de enero de 2007.