Aprovechar las estrategias de gestión alternativa
Hace ya bastantes años, cuando los mercados financieros empezaron a complicarse y a dar más de un disgusto, las entidades financieras fueron desarrollando y creando nuevos tipos de productos y de estrategias combinando varios de los activos considerados más tradicionales (acciones, bonos, divisas y materias primas).
En estos procesos el papel de los derivados siempre ha sido fundamental. En Europa el desarrollo y la utilización de estos nuevos productos y estrategias ha tomado especial fuerza en los últimos años, denominándolo gestión alternativa, y todavía más recientemente con el auge de los hedge funds o fondos de gestión alternativa.
Estos fondos de gestión alternativa principalmente utilizan estrategias de arbitraje y de volatilidad, y en menor medida estrategias de tendencia. Las primeras tratan de aprovechar distorsiones más o menos puntuales en los precios de activos, puede ser entre dos activos relacionados por una determinada regla o en un solo activo comparando su precio de mercado con el precio teórico según la estimación, comprando el activo infravalorado y/o vendiendo el sobrevalorado.
Las estrategias de tendencia simplemente siguen expectativas de revalorización o caída en los precios de los activos. Y las estrategias de volatilidad -que son una mezcla entre las estrategias de arbitraje y las de tendencia- aprovechan las malformaciones en las cotizaciones de los derivados en los mercados y también se posicionan en función de expectativas de subida o bajada de los niveles de volatilidad. Una de las principales ventajas de estos fondos es que sus rentabilidades son de valor absoluto, lo que no quiere decir que no puedan ser negativas sino que no siguen la evolución de los mercados y que pueden ser rentabilidades positivas tanto en momentos alcistas como en momentos bajistas.
Esto sobre todo se consigue por dos razones, una es que los arbitrajes están basados en el cumplimiento de una relación determinada entre activos o de un hecho puntual que afecte a un activo concreto y en el momento que esta condición deja de darse (o se conoce que ya no va a producirse) se deshace la posición porque ya no se va a conseguir la rentabilidad esperada. La otra razón es la posibilidad de obtener beneficios ante caídas de precios utilizando productos derivados. Estos activos los podemos vender aunque no los tengamos previamente.
Otra característica de los fondos de gestión alternativa es que operan en todo tipo de activos (acciones, bonos, divisas, materias primas y sus respectivos derivados) de forma discrecional, es decir, que no tienen que estar obligatoriamente invertidos en todos los tipos de activo en todo momento sino que están en cada uno de ellos sólo cuando se puede aprovechar alguna de las oportunidades comentadas previamente.
La mayor desventaja es que suele ser complicado seguir las inversiones y estrategias que se están llevando a cabo, pero mientras las rentabilidades sean buenas y sobre todo no sean muy negativas con mercados bajistas se puede estar tranquilo con el fondo.