El modisto que quiso ser músico

Aunque Antonio Miró haya llegado a ser uno de los diseñadores más importantes del panorama nacional, eso no es, ni mucho menos, lo que siempre quiso ser. Nacido en Sabadell (Barcelona) en 1947, desde muy joven se sintió atraído por la música. Intentó ganarse la vida tocando en diversos grupos, pero al final accedió a los deseos de su padre (que era vendedor de tejidos) y entró a trabajar en una fábrica textil, donde empezó a distinguir materiales y a apreciar su calidad, siempre sin olvidar la música. En 1970 formó un grupo con José María París y aún siguen tocando jazz una vez a la semana y ofreciendo conciertos de vez en cuando.

Fue en 1966, a los 19 años, cuando su hermano Esteban le propuso abrir una tienda de moda en la población costera de Platja d'Aro (Girona), uno de los lugares más de moda del momento. Se llamaba Groc, amarillo en catalán, y vendían piezas diseñadas informalmente por los dos: bañadores, camisetas y pantalones atrevidos, ajustados y de colores, algo no tan usual por aquel entonces. Con los beneficios abrieron otra tienda en Barcelona, y en 1977 crearon la marca Antonio Miró, que les permitió empezar a exportar.

La exposición Antonio Miró a través del tiempo, inaugurada en Barcelona, es un paseo por los 40 años de su trayectoria. En las primeras salas se exponen piezas de las décadas de los sesenta y de los setenta. En los diseños de los años ochenta y posteriores, que ya no están ordenados cronológicamente, empieza a reflejarse la influencia de la cultura japonesa, después de que en 1978 viajara por primera vez a aquel país.

Las piezas de Miró nunca han tenido otro lujo que un tejido excelente y un corte impecable, de acuerdo con el lema menos es más. Y es precisamente esa sobriedad y esa discreción las que hacen que sus diseños sean, a veces, difíciles de datar. Por ejemplo, el traje de falda y cazadora marrón que aparece en la fotografía es un modelo de los años sesenta y el mismo creador reconoce que podría formar parte de cualquier catálogo para la próxima temporada.

El 80% de las ropas expuestas tienen la peculiaridad de que han sido cedidas por las personas que las han usado.

La muestra podrá visitarse en el Palau de la Virreina (La Rambla, 99) hasta el próximo 5 de junio.