Llegan las franquicias al sector financiero

Víctor L. Castells vendía coches en Mataró cuando su amigo Tony Macías le hizo una propuesta que le cambió la vida: montar una oficina financiera. O algo parecido. Tony había leído en una revista de franquicias un anuncio tentador: con una inversión inicial de 60.000 euros y 15 días de formación, la empresa española Credit Services ofrecía la posibilidad de instalar una agencia de suministro de servicios financieros. Año y medio más tarde, aquel proyecto es una realidad. Macías y Castells han abierto ya dos oficinas que son 'muy similares a cualquier sucursal de una entidad de crédito'. En cada una de ellas facturan 300.000 euros anuales. Antes del verano esperan instalar un cajero automático en cada local y distribuir tarjetas de débito de la marca Visa.

En España hay 300 oficinas de Credit Services repartidas por toda la geografía. 'Llegaremos a las 500 antes de que acabe el año', garantiza Javier López, el creador de esta modalidad de negocio que está expandiéndose a una velocidad insólita en el mundo de las franquicias. Sólo en febrero se abrieron 41 nuevas oficinas. En las oficinas 'parabancarias' realizan labores de intermediarios financieros, a través de la búsqueda en entidades de crédito del producto que mejor se adapte a las necesidades del cliente.

'Somos como abogados financieros', explica José Antonio Bausa, un franquiciado de Lleida que antes dirigía una sucursal de una caja de ahorros. 'Igual que los abogados ofrecen asesoramiento y defensa en cualquier aspecto legal, nosotros lo hacemos en todo lo que tenga que ver con las finanzas: fondos de inversión, pólizas de créditos, leasing, créditos al consumo....'.

El producto estrella de la mayor parte de las franquicias financieras es la refinanciación y unificación de deudas. A Castells, de Mataró, le llegan muchos clientes 'difíciles' rebotados de otras entidades de crédito. Algunos no han pagado una letra de la hipoteca y les han incluido en una lista de morosos; otros no cumplen los requisitos para que les concedan un préstamo en una sucursal bancaria tradicional. El año pasado las oficinas de Credit Services asesoraron operaciones por valor de 6.000 millones de euros e intermediaron 25.000 hipotecas. Desde hace unos meses ya tienen competencia, como FinanFácil.

Varón, de entre 30 y 40 años

El perfil habitual del franquiciado es similar: varones, de entre 30 y 40 años, provenientes del sector inmobiliario, la banca o de profesiones liberales. Algunos han tenido experiencias previas con otras franquicias. Lo que parece claro es que todos quedan satisfechos con la inversión. De hecho, el 25% monta una segunda oficina y el 10% una tercera.

Aunque algunos tienen nociones sobre productos financieros, todos reciben en Barcelona un cursillo de 15 días para aprender los rudimentos del mundo de las finanzas: desde los documentos necesarios para trasladar una hipoteca de un banco a otro, hasta el funcionamiento de un contrato de factoring gestión del cobro de facturas. Una vez formados, los servicios generales de Credit Services ponen en contacto al nuevo franquiciado con las sucursales bancarias de la zona, a las que recurrirán para buscar soluciones financieras para sus clientes. Uno de los medios que utilizan para captar público es tejer una extensa red de agentes colaboradores -notarios, abogados, concesionarios de automóviles- que les derivan a potenciales clientes. 'El negocio no viene, hay que buscarlo', comenta José Ignacio Nogueiras, que regenta una oficina en el barrio de Salamanca de Madrid.

La empresa que fundó Javier López hace seis años tuvo unas ganancias de 3,5 millones de euros el pasado año y en 2005 espera llegar a los 12 millones. Incluso estudia fórmulas para su expansión internacional. El asesoramiento financiero va a más en el panorama financiero español.

'Costó convencer a los bancos'

Cuando Javier López creó hace seis años la franquicia, 'hipotecándose hasta el cuello', contaba con que la firma tardaría tiempo en dar beneficios, pero no tanto. Pasaron cuatro años hasta que desaparecieron los números rojos, 'más de lo que aguantarían otros muchos empresarios'.Recuerda que cuando exponía su proyecto en bancos y cajas de ahorro le miraban como a un iluminado. 'Me costó convencerlos de que era una oportunidad también para ellos'. Ahora asegura que los directivos bancarios le abren todas las puertas.Otra de las dificultades fue conseguir los permisos requeridos por el Banco de España para empezar a operar. Su experiencia como consultor de franquicias -trabajó para Franchising House- le valió para saber 'exactamente' lo que debía ofrecer a los posible emprendedores: un producto nuevo, una inversión inferior a 70.000 euros a recuperar en menos de un año y una demanda latente en el mercado'.