La fábrica de muñecas Jesmar anuncia su cierre
La fábrica de muñecas Jesmar, con sede en Biar (Alicante), ha anunciado a los trabajadores que iniciará un expediente de liquidación para el cierre de las instalaciones, lo que afectará a 88 puestos de trabajo directos y varios centenares indirectos.
El presidente del comité de empresa, Antonio Castelló, ha señalado que la dirección de Jesmar ha informado de la decisión a los trabajadores ayer y que como motivo se adujo que la empresa "no es viable".
Este conocido fabricante de muñecas arrastra problemas económicos desde enero de 2001, cuando presentó ante el juzgado una suspensión de pagos, y en octubre de ese mismo año aprobó un plan de viabilidad económica que contemplaba una reducción de los costes en el sistema de producción, si bien mantenía los puestos de trabajo.
El presidente del comité de empresa ha admitido que el anuncio no ha causado "sorpresa" en la plantilla, aunque discrepó del motivo dado al considerar que, a pesar de la situación de suspensión de pagos, en los últimos años se han mantenido los pedidos de clientes. Además, ha índicado que la empresa tenía "expectativas" porque en los últimos años, incluso, se había aumentado la carga de trabajo paulatinamente.
Nueva reunión
La dirección de la empresa, cuyo gerente ha evitado hacer declaraciones a los medios de comunicación, ha emplazado a los trabajadores a una nueva reunión el próximo día 31 a las 11:00, en la que previsiblemente ofrecerá más detalles sobre el expediente de liquidación, proceso que debe ser tutelado por la administración judicial.
Por el momento, la actividad en la fábrica alicantina se mantiene a la espera de la citada reunión
con los directivos y, posiblemente, de que se terminen las existencias de materias primas.
Por su parte, el director general adjunto de la Asociación Nacional de Fabricantes de Juguetes (ANFJ), José Antonio Pastor, señaló a EFE que el cierre de Jesmar tiene sus antecedentes en la suspensión de pagos de hace 4 años y en la frustrada negociación de regulación de empleo que la dirección planteó entonces.
Tras poner de manifiesto que la plantilla de Jesmar tiene una media de edad de más 50 años, recordó que la empresa ha podido resultar "más perjudicada que otras" por la fuerte competencia, a veces "desleal", de los productores chinos, por las falsificaciones y por las adversas condiciones para la exportación debido al tipo de cambio del euro.
En este sentido, sostuvo que a los fabricantes españoles les "cuesta competir" debido al alza del euro mientras que los productores asiáticos tienen "ventajas" por no estar afectados por la moneda común europea.
Asimismo, el secretario de Acción Sindical de la Federación de Industrias Afines de UGT, Ramón Morales, mostró su "extrañeza" ante la decisión de la empresa ya que, ha asegurado, en Jesmar "hay trabajo, pedidos y cartera de clientes" al tratarse de una firma con "mercado, marca e imagen en el exterior".
El dirigente sindical ha afirmado que no se aceptará que el cierre pueda estar motivado en desavenencias personales de los patronos, y advirtió de que si es así pedirán la "implicación" de la Generalitat para solucionar la situación.