Hacienda asegura que el petróleo caro no dañará los ingresos fiscales
Los ingresos por impuestos crecieron hasta febrero a buen ritmo (un 9%). El Gobierno asegura que se cumplirán sus previsiones presupuestarias a pesar del efecto negativo sobre la economía del fuerte repunte del precio del petróleo.
La evolución de los ingresos tributarios 'está a salvo' pese al continuo encarecimiento del petróleo. Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la presentación de los primeros datos sobre ejecución presupuestaria del año, referidos a los meses de enero y febrero.
El Gobierno reconoce que los elevados precios del petróleo tendrán impacto, en mayor o menor medida sobre el crecimiento del PIB español y el de la zona euro en general, debido a la mayor transferencia de rentas hacia los países en donde se producen las importaciones de crudo. Sin embargo, la marcha de la recaudación por impuestos 'es lo suficientemente sólida en España' como para que se sostengan las previsiones iniciales del Ejecutivo de acabar este año con un superávit presupuestario del 0,1% del PIB en el conjunto de las administraciones públicas, según Fernández Ordóñez.
A corto plazo, incluso, el repunte del precio del crudo ha provocado en los dos primeros meses del año un fuerte incremento (24%) de los ingresos por el IVA que el fisco recauda en las importaciones de crudo.
La contrapartida se encuentra, sin embargo, en el impuesto sobre hidrocarburos, que Hacienda ingresa en función de las gasolinas y gasóleo consumidas. La recaudación por este impuesto ha caído un 0,1% hasta febrero (1.618 millones), afectada por el fuerte aumento de los precios de las cotizaciones internacionales de crudo.
'El precio del petróleo está teniendo un impacto en el consumo. Los ciudadanos están reaccionando con lógica, ya que lo racional es que el consumo baje cuando los precios suben' recalcó Fernández Ordóñez. Ayer, el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se cotizó en torno a los 55 dólares, muy cerca de los máximos cosechados en días anteriores. La volatilidad del petróleo no está impidiendo que los ingresos tributarios marchen a buen ritmo. Hasta febrero, la recaudación por impuestos creció un 9% en relación a los dos primeros meses de 2004. Los ingresos no financieros (incluyen además de los tributarios, los patrimoniales y las transferencias) lo hicieron al 9,6%, a una tasa equivalente a las registradas el pasado año.
Superávit del Estado del 1%
Destaca el vigor en la recaudación por IRPF (13,9%) y por IVA (15,2%). Todo ello ha permitido que el Estado central alcance hasta febrero un superávit de 8.332 millones de euros, en términos de contabilidad nacional (criterio homologado por Bruselas), equivalente al 0,98% del PIB, lo que supone un 21,8% más que el excedente registrado en febrero de 2004.
No obstante, Fernández Ordóñez quiso ser cauto ayer y no lanzar las campanas al vuelo, teniendo en cuenta que sólo se llevan computados dos meses. 'Los ingresos van mejor de lo previsto pero no debemos ser triunfalistas', comentó.
Se recupera el ritmo inversor
Las inversiones del Estado crecieron un 34% hasta febrero. Ello permite recuperar parte del retraso inversor producido en 2004 en ministerios como Medio Ambiente, en donde se suprimieron programas con el cambio de Gobierno. Por otra parte, Hacienda está estudiando ya las líneas generales de los Presupuestos de 2006. Llevará al Congreso antes de julio el techo máximo de gasto del Estado. Ordóñez dijo ayer que se basará en lo previsto en el plan de Estabilidad español (un alza del gasto del 6,5%).