Vacaciones entre tribus ancestrales
Rutas que no figuran en los mapas, pueblos anclados en la edad de piedra y paisajes tan exóticos como salvajes. Desmarcarse de los itinerarios de los grandes touroperadores y convertir unas vacaciones en toda una aventura es una opción que va ganando más adeptos entre los viajeros españoles. Planeta Azul es una de las primeras agencias de viaje del país especializada en rutas alternativas por los cinco continentes.
La filosofía de la empresa es un fiel reflejo de la personalidad de su fundador, Mikel Martín, un ex empleado de Gamesa que dejó su trabajo para explorar África. Había crecido fascinado por las hazañas de Félix Rodríguez de la Fuente y el propósito de seguir su ejemplo le llevó a descubrir la fauna y la flora de zonas remotas del planeta. El desierto del Serenguetti, el cráter del Ngorongoro y los Masai Mara fueron su primer contacto con África. Una estancia en Londres donde trabajó en la Fundación Diane Fossey (el organismo para la conservación de los gorilas de montaña popularizado por la película Gorilas en la niebla) y una experiencia como guía en África forjaron por completo su espíritu aventurero antes de fundar Planeta Azul. 'Los destinos exóticos se han puesto de moda en los últimos años, aunque la gente no está dispuesta a viajar sin comodidades', explica el aventurero.
Sin embargo, para embarcarse en una de sus rutas resulta indispensable renunciar al confort. Durante sus vacaciones, los viajeros duermen en chozas, se relacionan con tribus ancestrales y se adaptan a sus costumbres. La clave para que el contacto entre turistas y nativos resulte satisfactorio es respetar las tradiciones locales. También resulta clave evitar las típicas manías del viajero. 'Hay que olvidarse de tomarles fotografías', apunta. La agencia de viajes, que acaba de cumplir cinco años, es la primera en España adherida a la International Ecotourism Society, una asociación internacional que promueve el turismo responsable.
'Nos comprometemos y ayudamos a los pueblos con los que tenemos contacto. No queremos colonizarlos', explica Martín. Desde su sede de Barcelona, Planeta Azul va aumentando progresivamente los programas de vacaciones que ofrece.
El exotismo oriental de Lo Mejor de Indonesia, con un recorrido por Borneo, Irian Jaya y Bali, o la belleza de la Gran Ruta del Okavango, con paradas en Namibia, Botswana y Zimbabwe son algunos de sus itinerarios más demandados.
Al margen de disfrutar de paisajes naturales y del contacto con otros pueblos, practicar deportes de aventura es una posibilidad casi obligada. Puenting desde las cataratas Victoria, un recorrido en motos por el desierto de Namibia, descensos por el río Zambeze o trekking en Indonesia son otra manera de vivir el destino.
El perfil de los viajeros de Planeta Azul es el de un profesional de entre 30 y 50 años, con un amplio currículum como viajero.
La presencia de mujeres es mayoría, ya que suponen más del 60% de sus clientes. 'Son más decididas a viajar y no les importa ir solas y unirse a un grupo', explica Martín. Las rutas están programadas para grupos de hasta 20 personas con una duración de dos semanas y los precios oscilan entre los 1.900 euros y los 4.000 euros de un completo itinerario para recorrer Australia.
Gabón, un futuro destino en su catálogo
El instinto aventurero del fundador de Planeta Azul le lleva a adentrarse ahora en Gabón. 'Es uno de los países más estables de África y con mayores recursos naturales', explica Mikel Martín. La agencia de viajes está analizando las posibilidades del país. Sin embargo, las dificultades logísticas con las que topa su equipo por la inexistencia de una industria turística, impiden que por el momento se convierta en un destino de su catálogo.Cada vez que exploran un nuevo itinerario, buscan contactos locales que les sirvan de guía, vehículos con los que recorrer el territorio y averiguan sobre el terrero qué rutas son las más atractivas y seguras.