El CES se queja de que el Gobierno no ha valorado el impacto económico de la ley del tabaco
Eminentemente coercitiva, falta de proporcionalidad e imprecisa son algunos de los calificativos que incluye el Consejo Económico y Social en su dictamen sobre el anteproyecto de la ley del tabaco. El organismo considera que el texto no valora adecuadamente las consecuencias económicas de la nueva normativa en términos de empleo y de organización de trabajo.
El pleno del Consejo Económico y Social (CES) aprobó la semana pasada por 32 votos a favor, seis en contra y cinco abstenciones el dictamen sobre el anteproyecto de ley reguladora de la venta , suministro, consumo y la publicidad de los productos de tabaco, tras la solicitud realizada por el ministerio de Sanidad y Consumo al respecto.
Los consejeros que representan a las organizaciones de consumidores presentaron una enmienda de totalidad, que fue rechazada, por considerar que 'no es aceptable la propuesta de dictamen del CES' en varios puntos, fundamentalmente en la eliminación de la prohibición total de fumar en centros de trabajo, en la supresión de vender tabaco a menores de 18 años y en la aceptación de la venta de tabaco a través de máquinas expendedoras.
En su dictamen, el CES señala como primera observación que comparte el objetivo de proteger la salud de los ciudadanos mediante la aplicación de medidas de prevención y de control del tabaquismo. También reconoce el esfuerzo del Ejecutivo en la aplicación de compromisos internacionales asumidos, fundamentalmente la Directiva sobre publicidad del tabaco y el Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco, ratificado por España en enero.
Dicho esto, el CES pasa a la crítica. Con carácter general, considera que el anteproyecto 'supera ampliamente las previsiones de la directiva' al tiempo que deja de lado 'el enfoque integral del Convenio Marco, que incluye planteamientos prevencionistas'. Por todo ello, el dictamen critica el enfoque ' eminentemente prohibitivo y sancionador'.
Pero los reproches del CES no quedan ahí. Según el informe, el Ejecutivo 'no ha valorado adecuadamente, en toda su complejidad, las consecuencias económicas, en términos de empleo y de organización del trabajo' que las nuevas medidas pueda comportar. El organismo reprocha que una mayor consideración de estos aspectos, contando con la participación de los sectores y colectivos implicados, hubiera procurado un 'mejor equilibrio' entre los objetivos de salud pública y los requerimientos que se van a exigir a los sectores empresariales afectados. 'Es necesario, por tanto, articular mecanismos de adaptación gradual que tenga en cuenta estas circunstancias' señala.
El CES realiza un repaso crítico de cada uno de los capítulos del anteproyecto, en el que se recoge la posible confrontación con la normativa de las Comunidades Autónomas; critica la prohibición total de fumar en centros de trabajo, que puede generar conflictividad laboral; el rechazo a la prohibición de trabajar en la venta de tabaco a menores de 18 años, cuando la edad legal para trabajar son 16 años y la inseguridad e indefensión jurídica que genera el régimen de responsabilidades. Tras el análisis, el órgano concluye que 'resulta preocupante', entre otros aspectos, 'la falta de proporcionalidad y la imprecisión en la regulación de las infracciones y sanciones', dado que no establecen criterios para aplicar una graduación. Unido a todo ello, considera que el anteproyecto 'debería respetar el ámbito regulatorio específico del ámbito laboral' y las experiencias ya en marcha establecidas a partir del consenso de trabajadores y empresarios'.
No vinculante
El CES, órgano consultivo del Gobierno, debe emitir dictamen preceptivo sobre anteproyectos de leyes que regulen medidas socioeconómicas y laborales que el Ejecutivo considere que tienen especial trascendencia. Los dictámenes del consejo no son vinculantes.
Centros comerciales, restaurantes y aviones
El CES se muestra especialmente crítico con las consecuencias que la ley tendrá en determinados sectores. En cuanto a la prohibición total de fumar en centros comerciales, incluyendo grandes superficies y galerías, el CES considera que 'suscita dudas'. El organismo considera que los establecimientos de hostelería y restauración que están en centros comerciales 'deberían poder habilitar' zonas para fumadores, como normalmente ocurre en la actualidad.El anteproyecto contempla que los restaurantes con más de 100 metros de superficie podrán tener un espacio reservado a fumadores, una medida también criticada, ya que la habilitación de estas zonas en locales de menos de 100 metros 'debe permitirse también en estos casos'. Asimismo, reprocha que se especifique los porcentajes que tienen que ocupar esos espacios.Respecto a las aeronaves, el CES califica de 'extenso' y 'dudoso' el ámbito de aplicación de la prohibición de fumar, ya que menciona 'aeronaves con origen y destino en territorio nacional y en todos los vuelos de compañías aéreas españolas, incluidos aquellos compartidos con vuelos de compañías extranjeras'.En cuanto a las limitaciones de la publicidad y patrocinio, el órgano anticipa que será 'de difícil aplicación en el contexto mundial de internacionalización de las comunicaciones'.