Francia y Alemania consiguen un Pacto de Estabilidad a su medida
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE lograron anoche, después de siete meses de negociación, un acuerdo para una reforma del Pacto de Estabilidad y de Crecimiento que recoge la reclamación de Alemania de que se tengan en cuenta los gastos que ha incurrido para su reunificación a la hora de juzgar su déficit excesivo.
Se cierra así el negro capítulo iniciado en noviembre de 2003, cuando el Consejo tras admitir el procedimiento sancionador contra Portugal rechazó el mismo tratamiento contra Francia y Alemania, lo que mostró la 'doble vara de medir' de la UE a la hora de juzgar el comportamiento de países grandes y pequeños.
Tras trece horas de negociaciones, el primer ministro luxemburgués y presidente de turno de la Unión Europea, Jean-Claude Juncker, mostró su "satisfacción" por haber logrado un "acuerdo global" que preserva las "reglas fundamentales" de la Unión Económica y Monetaria. El límite del 3 por ciento de PIB de déficit público y el 60 por ciento de deuda se mantienen por tanto como máximos permitidos.
Por su parte, el comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, dijo tener una "apreciación muy positiva" del resultado final, ya que en él aparecen "todas las posiciones esenciales" expuestas por la Comisión en septiembre. Preguntado sobre si este acuerdo sacado con forceps entre los responsables económicos ha logrado "salvar los muebles", Almunia negó este enfoque pesimista, y aseveró: "Hemos amueblado la habitación con muebles muy buenos y que serán muy útiles para los próximos años".
Para el ministro belga, Didier Reynders, el cumplimiento de lo acordado "es una cuestión de credibilidad de cada uno de los Estado, en particular de los que tienen problemas presupuestarios hoy". "Yo creo que es un buen acuerdo", dijo por su parte el vicepresidente económico del Gobierno español, Pedro Solbes, puesto que deberá permitirnos "adaptar mejor el análisis económico de los distintos países y avanzar en la dirección de prestar mayor atención a la parte preventiva del Pacto de tal forma que evitemos al máximo la parte sancionadora". "Todo el mundo ha hecho esfuerzos para intentar llegar a un acuerdo final y yo creo que el acuerdo es altamente satisfactorio para todos", subrayó.
Ahora sólo queda redactar la letra pequeña de la resolución que se someterá a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco en la cumbre de Bruselas de los días 22 y 23 de marzo, por lo que Juncker espera que lo líderes ratifiquen el texto "sin gran debate ni controversias enconadas".