Tirón de orejas al representante de golfistas IMG
Los dirigentes del PGA Tour, el circuito profesional de golf estadounidense, se han visto obligados a salir al paso de los desmanes de la firma IMG (International Management Group), que controla gran parte del negocio que genera este deporte.
Ha sido un tirón de orejas suave al que se unirá el circuito europeo en las próximas semanas. Se trata de guardar las formas ante los afiliados que denuncian las diferencias de trato creadas entre los golfistas que se mueven bajo la órbita de IMG y los que están fuera. La denuncia contra la mayor empresa de representaciones deportivas del mundo la hizo pública Davis Love III tras la disputa del Ford Championship celebrado en el Doral (Miami), donde Tiger Woods recuperó el liderato mundial.
El Comité Displinario del PGA Tour debatirá la próxima semana en Sawgrass las denominadas 'actividades paralelas con interés lucrativo en las que participaron al menos cuatro golfistas a cambio de tomar parte en Doral', explicó Davis, que hizo público cuatro nombres.
Los golfistas que se embolsaron en Miami 150.000 dólares sólo por jugar, una práctica totalmente prohibida en Europa y EE UU, serían el castellonense Sergio García, el fidjiano Vijay Singh, el irlandés Padraig Harrington y el surafricano Retief Goosen. Curiosamente, no se mencionó a ningún norteamericano en una competición que reunió a 11 de los 12 mejores jugadores del mundo.
En su descargo, tanto IMG como los propios interesados apuntaron que la cantidad extra que percibieron no correspondía a ningún fijo de salida sino a su participación en un clinic que el patrocinador principal, Ford, ofreció el lunes. Esto no exculpa a los implicados puesto que la actividad se llevó a cabo en el mismo marco donde se jugó el evento y justo al día siguiente de su conclusión.
Un portavoz del PGA Tour comentó que 'no se habría producido ningún problema si se hubiera llevado a cabo a una distancia de 1.000 millas' de donde se había celebrado el torneo. Esta misma fuente, sin embargo, admitió que era difícil evitar que los jugadores percibieran estas cantidades extras.
El rapapolvo es sólo un toque de atención para intentar guardar las formas. IMG posee una situación de dominio en el mundo del golf tal que podría paralizar el mismísimo PGA Tour o dar lugar a un circuito paralelo.
Es difícil erradicar la práctica del pago de fijos por jugar. Las marcas quieren asociar su nombre al de los grandes golfistas y para ello abonan el impuesto que fija IMG, pero suena extraño que los implicados sólo sean golfistas que han nacido fuera de EE UU.