Un sábado de regalos
Más allá de la corbata, hay un mundo de regalos para el hombre. Este sábado, la imaginación de quien regala y la paciencia de quien siente que nunca recibe lo que quiere, se pondrán a prueba. Es San José o, lo que es lo mismo, el día de los Pepes y el día del padre. Casi al borde de la primavera, esta fecha es perfecta para empezar a ver en las tiendas las tendencias de este verano.
En ropa, este año el hombre vestirá tonos más claros que en temporadas anteriores y el colorido, hasta ahora reservado para los más jóvenes, se extiende a prendas de corte clásico como trajes y corbatas más propios de los mayores. Pero el día de San José o de papá, según la condición de cada cual, es el día del detalle y no de solucionar el armario de la primavera. Basta un pequeño regalo con el que decir 'mira me he acordado de ti' y de paso confesarse adicto a las compras.
Camisetas, polos y gafas de sol con los que insinuar 'papá llévame a la playa', llaveros, pañuelos, cinturones, tirantes o una pieza más de esa colección que lleva años reuniendo suelen formar parte de la lista de detalles socorridos. En otro bando están quienes optan por ser originales. Juegos de mesa o para relajar los nervios y extraños y divertidos objetos cuya utilidad es lo de menos figuran en esta lista igual de socorrida. Los hijos con la economía resuelta pueden regalar un fin de semana en un hotel con encanto tanto a papá como a mamá y resolver al tiempo la fiesta del primer domingo de mayo.
Quien prefiera repartir su conocimiento y, al tiempo se fíe de internet, puede indagar en el origen del día del padre. Según se cuenta en la red fue una estadounidense, Sonora Smart Dodd, quien en 1910 empezó a difundir eso de homenajear al padre en agradecimiento al suyo, un veterano de la guerra civil que ya viudo cuidó de sus seis hijos.
En 1924, el presidente Calvin Coolidge dio apoyo a la idea de crear un día nacional del padre y aunque en 1966, el Presidente Lyndon Johnson proclamó oficialmente que el Día del Padre era fiesta nacional, fue Nixon quien la fijó en el tercer domingo de junio. En España, San José existía como fiesta del santoral, pero fue en los años 50 cuando se transformó en el día del padre obviando el que José fuera padre putativo (p. p).