Deloitte vaticina una subida en los precios de las auditorías
'La subida de precios es un camino inexorable'. Así de tajante se mostró ayer el presidente de Deloitte en España, Carlos González, quien aseguró que la pérdida de Telefónica como cliente en auditoria hará crecer a la firma en otros terrenos.
Los miembros del equipo de dirección internacional de Deloitte, presididos por el consejero delegado William Parret, analizaban ayer en Madrid la estrategia que deberá seguir la firma durante los próximos años. El objetivo, según Parret, es convertirse en una firma admirada en todo el mundo. El máximo representante de la compañía a nivel internacional felicitó a los socios en España por la rápida respuesta que se ha dado a la crisis vivida tras el incendio de su sede del edificio Windsor.
El presidente de la firma en España, Carlos González, manifestó que el esfuerzo realizado por extremar la calidad en las auditorías junto a la mayor necesidad de formación de los profesionales ha conducido a un aumento de los honorarios que, en su opinión se mantendrá de manera 'inexorable'. 'Los clientes tienen que entender que se dedican más horas y más esfuerzo a las auditorías. Y habrá clientes que puedan seguir con nosotros y otros que no', aseguró González, quien recordó que en España los honorarios cobrados por auditorías son menores que en otros países como Francia y, especialmente Reino Unido.
El presidente de Deloitte en España también se refirió al concurso convocado por Telefónica para cambiar de auditora. González mostró su confianza en que la pérdida de Telefónica en auditoría se compense con el negocio de consultoría y reconoció que la pérdida de este cliente hizo reflexionar a los socios de la firma, quienes decidieron apostar aún más por la multidisciplinariedad. González aseguró que aspira a que, de extenderse los concursos para el cambio de auditor, éstos estén presididos por cuestiones de calidad y servicio y no a la exclusión de la firma 'que pueda atender mejor a un cliente'. Parret agregó que existe un consenso acerca de lo perjudicial que resulta la rotación de firmas. González se mostró confiado en que la reforma de la octava directiva que aborda la UE acuerde sólo la rotación del socio y no la de equipos (como ocurre en España) o la de firmas.