Los socios de Auna se dan un mes para evaluar la oferta de Ono
Los principales accionistas de Auna, el SCH, las eléctricas Endesa y Unión Fenosa y una docena de cajas de ahorros, se han dado un plazo de un mes para estudiar la oferta presentada por Ono para comprar la división de cable de Auna. De alcanzarse un acuerdo, el importe de la operación rondaría los 2.500 millones de euros.
La anunciada fusión entre Auna y Ono, las dos mayores operadoras españolas de cable, vivió ayer otro nuevo capítulo. Pero esta vez, los protagonistas cambiaron sus papeles, ya que ha sido la compañía presidida por Eugenio Galdón quien ha adoptado el papel de comprador. Ono reconoció ayer haber mantenido en semanas recientes conversaciones con su competidor para negociar la compra de su división de cable, aunque subrayaron que 'por ahora no han culminado en ningún acuerdo' y negaron que haya una oferta en firme por 2.700 millones. Mientras, el portavoz oficial de Auna, Manuel Bueno, negaba que haya habido tales contactos asegurando que 'es incierto'.
Fuentes próximas a ambas empresas confirmaron a este diario que 'las conversaciones han existido, pero que la operación está en stand-by'. Y añadieron que aunque se pensaba que iba a ir más rápido y que el acuerdo sobre la división de cable se cerraría esta misma semana, los socios de Auna se han dado finalmente un mes de plazo para valorar los detalles de la oferta. 'Quieren evaluar su impacto sobre el proyecto Auna, que dejaría de ser un operador integral porque el negocio de telefonía móvil se quedaría fuera de la integración con Ono, y su impacto económico', pues el cierre de la transacción podría dar al traste con la proyectada salida a Bolsa de Auna.
La constitución, pues, de un gran operador de telecomunicaciones capaz de competir de tú a tú con Telefónica en telefonía y banda ancha, podría ser inminente, pero otras fuentes cercanas a la operación prefieren ser cautas y subrayan que el hecho de que se esté evaluando la oferta 'no quiere decir que vaya a llegar a buen puerto'.
'La operación está en 'stand-by' mientras se valoran los detalles de la oferta', dicen fuentes próximas
Cuatro años de espera
Ayer las informaciones volvían a ser confusas como ha ocurrido a lo largo de los cuatro años que lleva hablándose de esta fusión. El periódico The Wall Street Journal informaba este jueves que la compañía presidida por Luis Alberto Salazar-Simpson había estado preparando en los últimos días una nueva oferta por su competidor Ono por 2.500 millones, revisando así al alza su primera oferta formal de 2.400 millones el pasado mes de noviembre, ('la única que ha habido', apunta Bueno) y que fue rechazada por los accionistas de Ono por no valorar adecuadamente sus activos ni reconocer sus perspectivas futuras.
Según este mismo diario, Ono, por su parte, habría reaccionado negociado con fondos privados de inversión europeos y estadounidenses para responder con una oferta por el cable de Auna que ronda los 2.500 millones. Pero portavoces oficiales de Endesa y Unión Fenosa, poseedores del 32% y del 18,7% del capital de Auna respectivamente, dicen no tener ninguna oferta sobre la mesa. Por su parte, el SCH, accionista de ambas operadoras, prefirió desmarcarse y aseguró que 'son las empresas las que tienen que plantear las estrategias'.
La oferta de compra de Ono supone un paso más en una consolidación de empresas que ha sido reclamada insistentemente y desde hace años, no sólo por los dos protagonistas sino también desde distintas instancias de la Administración y de la CMT.
Dos rivales complementarios
Si se cierra la operación, la compañía fusionada se convertiría en el primer rival de Telefónica en telefonía fija, quien posee el 68% del mercado, y en banda ancha, ya que entre Auna y Ono suman 1,6 millones de clientes de acceso directo, a los que dan voz, internet y televisión.Además, la nueva firma tendría una presencia casi nacional, salvo en el País Vasco, Asturias y Galicia, donde permanecen como operadores independientes Euskaltel, Telecable y R, respectivamente. En cuanto a volumen de negocio, la unidad de telefonía fija de Auna alcanzó en 2004 unos ingresos de 1.160 millones (un 11% más que en 2003) y unas pérdidas netas de 172 millones -justificadas por las inversiones en su red de cable-, mientras Ono registró una pérdida neta de 87,61 millones y 501 millones de facturación, un 40% más en 2003.