Schröder bajará seis puntos el impuesto de sociedades
El Gobierno impulsará la creación de empleo con inversión pública
El canciller alemán, Gerhard Schröder, reducirá el impuesto de sociedades para evitar la fuga de empresas germanas a otros países y reducir el alto desempleo, que en febrero alcanzó los 5,2 millones de personas. En una declaración ante el Bundestag (cámara baja), Schröder anunció un recorte del impuesto de sociedades desde el 38,7% hasta el 32,7%, seis puntos.
El impuesto de sociedades está en parte cedido a los municipios, y la rebaja se producirá únicamente en el tramo estatal del Impuesto, y bajará desde el 25% actual hasta el 19%. La oposición conservadora, con cuyos líderes se reunió Schröder por la tarde, aprueba esta medida. El apoyo de los conservadores es fundamental para el Ejecutivo, pues tienen mayoría en el Bundesrat o cámara alta. No mostraron el mismo entusiasmo los líderes de la CDU con la limitadas medidas laborales.
'Tenemos que actuar porque la existencia de diferentes tipos fiscales para las empresas en Europa está amenazando a nuestro empleo', afirmó Schröder en relación a la deslocalización de empresas germanas hacia países europeos del este. En Eslovaquia, por ejemplo, donde varias compañías alemanas del sector del motor han trasladado ya parte de su producción, el impuesto de sociedades es de sólo el 19%.
La situación económica de Alemania no es precisamente de optimismo: alcanzó la cifra récord de 5,2 millones de parados en febrero y las previsiones apuntan a que podría seguir subiendo. Paralelamente, el PIB decreció inesperadamente un 0,2% en el último trimestre de 2004 y los principales institutos económicos del país han recortado sus previsiones para 2005.
La bajada de los impuestos se financiará eliminando agujeros y ventajas fiscales, dijo el canciller. Este punto es importante para el Gobierno de Schröder, pues Alemania necesita cumplir cuanto antes los criterios de déficit público del Pacto de Estabilidad. Ahora, un equipo de expertos, entre los que también habrá miembros de la oposición, comenzará a trabajar para encontrar la mejor forma de aplicar la reducción fiscal, que aún no tiene calendario claro de aplicación.
Schröder anunció además otras medidas que vienen a ser un complemento a la Agenda 2010, el plan de reformas lanzado por el Ejecutivo alemán hace exactamente dos años para luchar contra el paro e impulsar la economía.
Las nuevas propuestas están orientadas a facilitar la vida al empresario. Así, se reducirá en un 10% el impuesto sobre la herencia en el caso de los traspasos de negocios familiares. El Gobierno alemán quiere también reducir el capital mínimo necesario para la fundación de empresas de responsabilidad limitada y dar más facilidades a los parados de larga duración para que tengan ingresos extraordinarios. Paralelamente, el canciller anunció un plan de inversión en infraestructuras de 2.000 millones de euros a cuatro años para impulsar el crecimiento económico y la construcción. Cada año podría financiarse la construcción de infraestructuras, como carreteras, con 500 millones de euros, dijo el canciller.
Mantiene derechos laborales y la ayuda a vivienda
Gerhard Schröder se reunió con los líderes de la oposición por la tarde en lo que se ha llamado 'cumbre por el empleo'. Tras dos horas y media de encuentro, el canciller dijo que no lograron ponerse de acuerdo sobre la supresión de las ayudas para la compra o construcción de vivienda ni en la flexibilización del despido, uno de los pilares del estado de bienestar en Alemania.Tanto la oposición como la patronal quieren una protección del despido más flexible para favorecer la contratación.Schröder argumenta que ya se flexibilizó el despido con la introducción de la Agenda 2010.En algunos casos, como el de los parados de más de 55 años, la protección se ha eliminado casi en su totalidad y, sin embargo, no se ha demostrado que haya aumentado la contratación de estos desempleados, dijo el canciller.'Quien vea la cohesión social como un lujo superfluo pone en peligro la paz social', defendió Schröder ante quienes piden mayores recortes que los fijados en la agenda 2010.En materia laboral, Schröder y la oposición si acordaron permitir los encadenamientos temporales hasta dos años.Sin embargo, el otro punto en el que Gobierno y oposición no pudieron acercar posiciones fue el citado sobre las subvenciones a la vivienda.Estas ayudas, creadas tras la Segunda Guerra Mundial para fomentar la reconstrucción del país, ya han perdido su razón de ser, y cuestan actualmente a las arcas del Estado unos 8.000 millones de euros anuales.