Barcelona después del Fórum

La capital catalana aspira a convertirse en un polo de atracción mundial de turismo de negocio y de congresos gracias a la zona donde se celebró el evento

A seis meses de la conclusión del Fórum, la polémica sobre si debió celebrarse ha dejado paso a 'la Barcelona del siglo XXI', que es como Pere Durán, director general de Turismo, se refiere a la zona que la ciudad esgrime ahora para convertirse en uno de los principales destinos mundiales de turismo de negocios y de convenciones.

'No hay tantas ciudades que puedan ofrecer un recinto con capacidad para reunir simultáneamente a 15.000 personas y que al lado tenga una infraestructura hotelera nueva tan importante, todo a 300 metros de la playa', explica Jesús Alvarez, director de GL Events. 'Por eso Barcelona es ya una referencia internacional en este tipo de turismo'. La afirmación puede parecer, a priori, exagerada, pero después de un paseo por la zona ya no lo parece tanto.

El recinto al que se refiere Álvarez es el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), construido para albergar los diálogos del Fórum y que desde el mes de noviembre pasado gestiona la sociedad GL Events. 'Por tamaño está entre los cinco primeros de Europa y es el más grande del Sur de Europa', explica. Este centro permite organizar reuniones empresariales y convenciones de gran capacidad, un mercado en el que hasta ahora la ciudad no podía competir por falta de infraestructuras.

Las cifras del CCIB en sus cuatro meses de andadura confirman que las expectativas depositadas en esta zona no son infundadas. La previsión era organizar eventos para 250.000 personas en tres años. Sólo en el primero de ellos el recinto acogerá 62 reuniones con 125.000 asistentes, lo que supone cumplir el 50% del objetivo. El centro gusta sobre todo a empresas tecnológicas y a los organizadores de presentaciones de nuevos productos. Como ejemplo, Álvarez cita la convención celebrada el mes pasado en la que se presentó el último modelo de Toyota en una reunión con 6.000 asistentes y explica que están negociando para 2006 la organización de un congreso con 15.000 participantes.

La duración media de una reunión empresarial o congreso es de tres o cuatro días, pero puede llegar a ser de 8 a 10 días. Sea la que sea, se transforma automáticamente en pernoctaciones para los hoteles de la zona y para los de toda la ciudad. A parte de los tres establecimientos que están justo al lado del centro (con 1.165 habitaciones en conjunto), a cinco minutos andando se encuentran otras 1.400 habitaciones. 'Hay para todos, algunos prefiere alojarse aquí y otros quieren estar en el centro porque les parece más atractivo', explica Santiago Hernández, gerente del Hotel Princess, que estima que el 50% de su ocupación depende de estos eventos.

Durán, de Turismo de Barcelona, asegura que el optimismo generalizado tiene una base sólida, y a la pregunta de si se podrá generar el negocio necesario para dar vida a tantos hoteles como han surgido responde con cifras. 'Desde 1997 en Barcelona se han creado 9.000 nuevas habitaciones, sin embargo se han mantenido los niveles de ocupación media por encima del 75%'.

El negocio está en diagonal

Turismo empresarialLa previsión para este año es superar los 330.000 turistas por motivos empresariales que recibió la ciudad en 2004, un 26% más que en 2003. No es un objetivo fácil porque la cifra incluye a los 60.000 participantes en los Diálogos del Fórum.

 

nuevo mercadoEl CCIB permitirá captar grandes convenciones, un mercado en el que la ciudad no estaba presente. Por ello, aseguran que no compite con el Palacio de Congresos de Catalunya ni con la Fira.

 

Reservas hasta 2012El Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) tiene ya reservas hasta 2012. Las reuniones empresariales se planean entre seis y 24 meses antes. Los congresos profesionales entre dos y cuatro años. Por la cantidad de reservas, 2007 será un año excelente.

 

viena y amsterdamBarcelona compite en la actualidad en la organización de grandes congresos y convenciones con Viena y Amsterdam, pero, según los expertos, a su favor tiene un diseño y arquitectura de vanguardia, el buen clima y la cercanía del recinto a la playa (300 metros).