El barril se calma, pero en 53 dólares
El frío ha venido a confirmar los peores augurios de los expertos en mercados energéticos. Allá por el mes de agosto, cuando el precio del Brent enfilaba hacia la histórica cota de los 50 dólares, numerosos expertos señalaban que, si bien buena parte de aquellas alzas tenía componente especulativo, la llegada del invierno provocaría alzas más sostenidas. Y así ha sido. Tanto que el mercado se plantea si, en realidad, cuando los precios del barril regresaron a la zona de los 40 dólares, no fue sino una caída a niveles por debajo del equilibrio, consecuencia del pinchazo que sufrieron en octubre numerosos especuladores.
En esas fechas los precios habían escalado a máximos, precisamente porque los operadores más especulativos calculaban un alza de los precios previa a la llegada del invierno. Pero resulta que los precios cayeron, y numerosas instituciones de alto riesgo se vieron atrapadas, con contratos de futuro sobre petróleo a 47, 48 o 49 dólares. Alguna compañía que le había cogido gusto a eso de especular con barriles, como China Aviation Oil, quebró como consecuencia del pinchazo del precio.
El dinero especulativo, en consecuencia, se retiró a sus cuarteles en el invierno y ello propició un descanso en el febril comportamiento del barril. Hasta que llegaron las olas de frío en Europa y Estados Unidos, la excusa perfecta para que vuelvan a subir los precios. En realidad, estos movimientos reflejan un mercado con notables tensiones entre la oferta y la demanda y en el que las perturbaciones externas provocan importantes movimientos en el precio.
Es terreno abonado para la especulación, dado que ésta vive en buena parte de la volatilidad de los precios. Pero este tipo de dinero es más síntoma que causa de las tensiones en precios. Además, los altos precios no son flor de un día: el barril lleva ya varias sesiones estabilizado sobre los 50 dólares. Estas son las noticias malas. Las buenas, que tanto los mercados como las economías han capeado bien los últimos nueve meses de petróleo caro.