Las ventas de Shell en Argentina caen un 60% tras el boicot lanzado por Kirchner
El ¢boicot nacional¢ contra Shell propuesto la semana pasada por el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, por subir los precios de sus combustibles se ha traducido en un descenso de las ventas de la petrolera anglo-holandesa de entre el 50 y el 60%. La estimación corresponde a las cámaras que agrupan a las estaciones de venta de gasolina, cuyos propietarios sufren problemas económicos a raíz del conflicto que se desató la semana pasada a partir del alza de los carburantes.
"El boicot ha creado un caos. Me llamaron muchos dueños de estaciones diciéndome que no podían cubrir los bancos. Vamos a hablar con Shell para intentar solucionarlo", ha señalado el presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles, Carlos Calabró, en declaraciones publicadas por el diario La Nación.
El último viernes, agrupaciones de desocupados que apoyan al Gobierno realizaron bloqueos a 32 de las gasolineras de Shell después de que Kirchner pidiese la semana pasada a la población que se abstuviera de comprar a la empresa, después de que la compañía dispusiera un aumento en los combustibles de entre un 2 y un 4%.
Misma política
La estadounidense Esso también se sumó el sábado pasado a los aumentos, que al igual que los de Shell oscilaron entre un 2,4 y un 4,2%, mientras que el Ejecutivo llamó a no comprar a las empresas que suban los precios y analiza si sancionará a las petroleras. Calabró explicó que en las gasolineras de Shell las ventas sufrieron una caída de entre el 50 y el 60% y que el descenso fue de hasta un 15% en las de Esso, firma que no recibió críticas de Kirchner.
Raúl Castellano, directivo de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro del país, calculó que en Shell la actividad disminuyó a la mitad y dijo que "en Esso también fue grande, pero se hace difícil calcularla en tan poco tiempo".
Fuentes de la petrolera anglo-holandesa aseguraron al diario La Nación que la caída de las ventas "no debe haber sido más de un 20 o 25%" y desde la compañía estadounidense señalaron que "todo funcionó con normalidad" en los últimos días.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, consideró ayer que los bloqueos a gasolineras realizados por agrupaciones de "piqueteros" para rechazar la subida de combustibles "no están bien" y negó que el Gobierno les dé "instrucciones" a esas organizaciones de desocupados.
"No recibimos órdenes de nadie, ni del Gobierno ni del presidente", manifestó a su vez hoy el dirigente "piquetero" Luis D'Elía, quien ha anunciado que el próximo jueves habrá una "gran movilización" por las calles de Buenos Aires.
El llamamiento de Kirchner llega en un momento de creciente preocupación por la amenaza de un rebrote de la inflación.
Los empresarios ven reelección
Quizás no por acciones tan llamativas como la de pedir el boicot a una compañía, pero el caso es que el 70% de los empresarios de Argentina creen que el jefe del Estado, Néstor Kirchner, será reelegido en 2007, según una encuesta difundida hoy por la Escuela de Negocios de la Universidad Austral. La encuesta, efectuada entre 160 directivos de multinacionales y empresas argentinas, indica que un 10 por ciento de los empresarios vaticinó en cambio que Kirchner será sucedido por Ricardo López Murphy, dirigente de la fuerza conservadora Recrear. Un cinco por ciento de los empresarios señaló que las elecciones generales de 2007 las va a ganar el ex presidente argentino Eduardo Duhalde (2002-2003), actual presidente del Comité de Representantes Permanentes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Un dos por ciento vaticinó una victoria electoral del empresario, dirigente conservador y presidente del club de fútbol Boca Juniors, Mauricio Macri, y otro tanto opinó que Kirchner será sucedido por el ex presidente Carlos Menem (1989-1999), acérrimo rival del jefe del Estado en las filas del Partido Justicialista (peronista). La Escuela de Negocios de la Universidad Austral, subvencionada por grandes compañías, como la alimentaria argentina Arcor, la alemana Siemens y la estadounidense Hewlett Packard, hizo el sondeo en momentos en que Kirchner goza de altos índices de popularidad. Asumió el cargo el 25 de mayo de 2003, después de lograr el segundo puesto en las elecciones de ese año con el 22% de los votos, detrás de Carlos Menem, que obtuvo el 24% de los sufragios y renunció a disputar una segunda vuelta electoral.