'Somos la firma auditora alternativa a las cuatro grandes'
Reconoce que la transparencia ha puesto en la mira a los auditores, pero también les ha dado más trabajo. Osorio es consciente del abismo que existe entre las cuatro grandes y el resto de las firmas, y reivindica el quinto puesto para su empresa
Dirige un equipo en España de 499 profesionales entre auditores, abogados, fiscalistas y consultores, que facturó el año pasado 35,74 millones. Una cifra que supone una seria distancia de los cuatro grandes gigantes de la auditoría, cuya facturación osciló entre los 242 millones de Deloitte y los 147,2 de KPMG.
Y a pesar de que según Alfonso Osorio no existe un ranking fiable 'las firmas dan las cifras que les parece oportuno, pero no hay ningún control', afirma que BDO Audiberia ocupa el quinto puesto.
'Creo que en el futuro se van a producir fusiones de firmas para tener mayor capacidad frente a las grandes'
Pregunta ¿Qué es hoy BDO Audiberia en España y en el mundo?
Respuesta Es nítidamente el quinto grupo de auditoría servicios profesionales en el mundo, a continuación de las cuatro grandes. No tenemos su tamaño, pero ocupamos ese nicho de mercado como alternativa a las cuatro grandes y diferenciado del resto de los otros grandes grupos internacionales. Estamos separados de Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG, pero también del resto de las firmas. Lo que pasa es que no hay rankings oficiales para demostrar que ocupamos esa quinta posición que muchas firmas también reclaman, porque los que hay se realizan en base a lo que declaran las propias empresas.
P ¿Esa distancia de BDO de las cuatro grandes se reproduce de la misma forma en el resto de los países?
R De forma casi general BDO ocupa el quinto puesto en todo el mundo, con diferencias en algunos países como por ejemplo en Alemania o Holanda donde tienen un peso mayor. Lo que si es verdad es que no en todos los países existe esa diferencia tan grande entre las cuatro grandes y el resto de las firmas como sucede en España, donde la auditoría es una profesión relativamente nueva. Cuando se hizo moneda de cambio normal en el mundo mercantil español las multinacionales ya llevaban mucho tiempo trabajando, con lo cual no ha dado tiempo a que una firma de corte nacional tenga una presencia mayor.
P ¿Debería evitarse de alguna forma que el mercado no siguiera concentrándose o que, al menos, no hubiera tanta distancia entre las cuatro grandes y el resto del mercado?
R Los auditores trabajamos en un mercado libre, así que, de alguna manera, no se puede forzar. Pero claro, a mí si me gustaría que esa diferencia tan brutal entre los cuatro grandes grupos de corte anglosajón se redujera. Creo que en el futuro se van a producir fusiones de firmas para tener una posición más protagonista y mayor capacidad. Las firmas pequeñas españolas son realmente pequeñas, mientras que una pequeña o mediana firma en otros países es mucho mayor que las de aquí. Así que seguro que se va a producir una convergencia. De qué manera o cómo, eso no lo sé.
P ¿BDO Audiberia tiene intención de seguir incorporando a otras firmas como hicieron el año pasado con una valenciana?
R Estamos permanentemente mirando el mercado y atentos a cualquier opción que se pueda producir que sea beneficiosa para ambas partes. Estamos continuamente hablando con firmas para ver qué se puede hacer. El año pasado, efectivamente, incorporamos una firma de la Comunidad Valenciana.
P ¿Qué es lo que le falta a la firma en España?
R Nos falta algo más de presencia geográfica y nos falta consolidar nuestra clientela entre sociedades y grupos cotizados. Ya auditamos a algunas, como Pescanova y Dogi, pero queremos llegar a ese punto de auditar a más cotizadas y entidades financieras.
P ¿Cuál es la diferencia de auditar sociedades cotizadas y otras que no lo son?
R Las auditorías se hacen con los mismos baremos de calidad pero, por los requerimientos legales a las cotizadas, la implicación de la auditoría es mayor.
P También se incrementan los riesgos para el auditor, ¿no?
R La auditoría es una profesión de riesgo. Eso siempre ha sido así.
P ¿Y aún quieren meterse más en el charco?
R Ya estamos en el charco. Pero es una profesión de riesgo y no tenemos ningún problema en asumir cualquier tipo de reto profesional.
P ¿La auditoría tiene que ser necesariamente una profesión de riesgo?
R Es una profesión normalizada y es el garante no de la exactitud, pero sí de la transparencia de las transacciones. Es de riesgo en la medida que de la opinión errónea de un auditor sobre los estados financieros de una empresa pueden derivarse consecuencias negativas para los accionistas, los administradores y todos los colectivos que hay alrededor de una empresa. Por eso es una profesión de riesgo, porque de su opinión pueden derivarse consecuencias.
P ¿Cree que todavía se siguen relacionando los términos auditor y escándalo financiero?
R Por desgracia es así. Lo que pasa es que el error es de los propios auditores, que no hemos sabido vender cuál es nuestro trabajo y las limitaciones y las consecuencias reales que implica. No se habla de los miles y miles de auditorías que han contribuido a resolver problemas de las empresas.
P ¿Es labor del auditor detectar agujeros o fraudes contables?
R La auditoría no está diseñada para detectar fraudes. Ni la propia policía ni los propios Estados con la cantidad de recursos que tienen pueden detectar el crimen. Ahora bien, naturalmente la labor del auditor es detectar situaciones que no están suficientemente reflejadas en la información contable de una empresa.
P ¿No resulta difícil realizar esa labor cuando quien paga es el responsable de ese posible problema?
R No tiene exactamente por qué. De todos modos, la profesión de auditoría está totalmente controlada en todo el mundo, y cada vez más. Y en todo caso, las consecuencias que se pueden derivar para un trabajo mal hecho de un auditor son muy importantes. El auditor sabe que si no hace adecuadamente su trabajo está corriendo un riesgo importante desde el punto de vista profesional y consecuencias penales. El auditor se la juega. Por eso es un trabajo de riesgo.
'La ola de transparencia favorece a los auditores'
Asegura Alfonso Osorio que los auditores no son contrarios a la transparencia y al control. 'Creo que se han producido una serie de cuestiones formales que afectan a nuestro trabajo, pero a eso nos adaptamos inmediatamente, porque estamos acostumbrados a trabajar en un entorno de control y de transparencia'. Y a la pregunta de si la ola de transparencia y buen gobierno se ha traducido en una mayor carga de trabajo para las firmas y por lo tanto, de ingresos, asegura que es cierto. 'Por varios motivos. Por los nuevos requerimientos y por la aplicación estricta de las normas de incompatibilidad, que evitan que el mismo auditor haga determinados trabajos dentro de los grupos. Eso, evidentemente, ha abierto el mercado para otras firmas de auditoría'.Esta circunstancia ha favorecido 'nítidamente' a BDO, 'porque al ser la alternativa a las cuatro grandes en todo el mundo, se ha contado mucho con nuestra firma para realizar muchos trabajos en los que hay incompatibilidad del auditor'.Alfonso Osorio explica que la firma que dirige en España está creciendo alrededor del 20% anual, en los últimos años. 'Y es una cifra que pensamos seguir manteniendo para los próximos cinco ejercicios'. Explica además que acaban de abrir una nueva línea de negocio. Se trata del asesoramiento legal y fiscal para inversores que quieran iniciar el camino a China.Asegura que la profesión se encuentra preocupada por el tema de la responsabilidad, 'que sigue siendo ilimitada y debería existir una limitación en función de cuáles sean las consecuencias penales, civiles y mercantiles que tienen para las firmas un trabajo mal hecho'.