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Laboral

La ONCE realiza la primera jubilación anticipada de su historia con 720 vendedores

El momento de fuerte crisis por la caída de las ventas del cupón no ha frenado a la ONCE para llevar a cabo la primera jubilación anticipada y masiva de su historia. La medida supone la pérdida de 720 vendedores (el 3,2% del total) que serán sustituidos poco a poco.

Quienes se han jubilado son personas que ya han cumplido con su aportación a la ONCE porque este trabajo, y más para un minusválido, supone un fuerte desgaste', explican fuentes de la Organización Nacional de Ciegos Españoles. Con este argumento, la institución ha llevado a cabo la primera jubilación masiva de su historia al amparo de un Real Decreto de diciembre de 2003 que permite la retirada del mercado laboral de forma anticipada y voluntaria a aquellos trabajadores con discapacidad grave que hayan cotizado más de 15 años.

La medida afecta a 720 vendedores, que representan el 3,2% del total. A principios de 2004, la ONCE contaba con 22.920 vendedores y al acabar el año, con 22.200.

Aunque la organización asegura que esta iniciativa tendrá escasa incidencia en las ventas del cupón y que estos vendedores serán reemplazados poco a poco a lo largo de 2005, lo cierto es que la ONCE está en uno de los momentos más críticos de su historia. Los ingresos por el cupón mantienen un preocupante descenso desde hace cuatro años y el nuevo Combo, el juego que puso en marcha el año pasado para paliar la caída de su producto tradicional, no consigue acercarse a las previsiones. 'Un juego siempre necesita tiempo para que se le conozca', señalan en la ONCE.

El auge de los juegos activos (aquellos en los que el cliente toma la iniciativa) frente a los pasivos (el cupón), así como el progresivo deslizamiento que se ha producido hacia los primeros han incidido en la cuenta de resultados de la ONCE.

El Combo se ha visto afectado por 'agentes externos nocivos', según fuentes de la organización. Es decir, las rifas ilegales y el fuerte auge del Euromillones, la lotería de ámbito europeo que ya se vende en nueve países y que el año pasado recaudó 556 millones de euros, el 40% en España. El atractivo de este juego son los elevados premios que se ofrecen. Coincide, además, que el Combo se ha visto atrapado en una especie de sandwich, ya que se celebra el sábado, justo un día después que el Euromillones y un día antes que el Gordo de la Primitiva.

Presupuesto en el aire

Esta situación se ve agravada por la imposibilidad de acceder a los nuevos juegos que la ONCE había pactado con el Gobierno, especialmente la Lotería Instantánea o rasca-rasca. La organización había fijado para este año un presupuesto (aprobado por el Ejecutivo a través del Consejo del Protectorado) de 2.701 millones de euros por ingresos procedentes del juego.

De esta cantidad, 2.251 millones procedían del cupón; 265 millones, del Combo, y 185, de la Lotería Instantánea.

El presupuesto está ahora en el aire, ya que la venta del Combo va por debajo de lo esperado, al igual que el cupón, y los 185 millones del rasca-rasca, es posible que se queden en nada.

El freno de Hacienda y la huida de la subvención

La ONCE mantiene tradicionalmente buenas relaciones con el Ministerio de Trabajo, ya que sus compromisos de creación de empleo y acción social van cumpliendo los objetivos. El choque surge con Hacienda (de quien depende el juego) que no da luz verde a los nuevos productos de la ONCE (la Instantánea), ni deja que la organización participe con su red en el Euromillones.Los responsables de la ONCE se quejan de la dilación que el Gobierno hace de esos compromisos ya que, en un acuerdo firmado en febrero del año pasado, se preveía la puesta en marcha de cualquiera de los dos anteriores mecanismos como fórmula para cumplir sus presupuestos 'y poder hacer frente a los crecientes gastos sociales', señalan fuentes de la organización.La tercera vía que propone el acuerdo es que, de no ser suficientes las anteriores fórmulas, el Estado aportará a la ONCE la diferencia entre lo recaudado y lo presupuestado. Esta es una opción que rechaza de plano la institución: 'queremos vivir de nuestro trabajo y huimos de la subvención'.

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