Los funcionarios aprenden a distancia
Simplemente hace falta una buena conexión a la red, y el resto lo pone el interesado: el momento y el tiempo que desee dedicar al estudio, la intensidad, la materia... Poco a poco, la formación a distancia por medio de internet gana peso en España, y las Administraciones públicas intentan no perder el ritmo: en este sector, el llamado e-learning creció un 25% durante 2004, y representó finalmente el 3,5% de los cursos de reciclaje. Los más de mandados son los de ofimática y los específicos de un área determinada.
'Desarrollar este tipo de formación es objetivamente bueno', asegura el presidente de la consultora Doxa, Mariano Baratech, responsable del primer Panel de e-learning en las Administraciones públicas españolas. 'Cuando se utiliza la tecnología correctamente, ofrece comodidad, individualización de la enseñanza y flexibilidad', sostiene el directivo. El año pasado, el 10% de las Administraciones avanzaron sensiblemente en este terreno: la formación a distancia supuso el 20% de los programas de enseñanza puestos en marcha. Las empresas privadas están ahora mismo por delante, pero si en el sector público se produce un impulso, la convergencia puede tener lugar en dos o tres años.
No obstante, no todos los datos son buenos: el 71% de las Administraciones aún no ha empezado con proyectos de e-learning y el 9% arrancó en 2004. 'Y como esto no es algo que se haga de un año a otro, sino que su implantación requiere tiempo, se va a producir una brecha digital. Así, hay muchas Administraciones, como la del Estado, que se van a quedar estancadas', explica Mariano Baratech.
El año pasado, de toda la formación que se impartió en el sector privado algo más del 5,2% correspondió a e-learning. No es una cifra muy superior a la del ámbito público, pero eso se debe a la actitud de las pymes: la mayor diferencia, como señala, Baratech, se produce 'con las grandes compañías', que alcanzan el 7%. Hay otro dato que también influye: las empresas más fuertes dedican a la formación en general una media de 300 euros por empleado, mientras que las Administraciones no llegan a 100. La inversión en e-learning en España llegó el año pasado a 68 millones de euros: sólo 10 salieron de las arcas públicas. Sin embargo, lo más preocupante para Baratech es que más de la mitad de los 60 responsables entrevistados no tenían previsto iniciar acciones de e-learning en 2005, a pesar de que es algo 'cómodo y rápido'.
'Pero existen barreras. No se ha generalizado el uso del ADSL, hay cierta resistencia cultural al cambio y muchos formadores no tienen preparación tecnológica', explica el presidente de Doxa, que señala que España se sitúa ligeramente por debajo de Italia y Francia y a bastante distancia de Reino Unido, Holanda y los países nórdicos.