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Autopistas

Las seis mayores constructoras se disputan el soterramiento de la M-30

Las seis mayores constructoras se han presentado al concurso del gran proyecto de Gallardón para remodelar la M-30, el soterramiento de seis kilómetros de vía, con un presupuesto de 1.334 millones de euros.

Tras casi un año de retraso, ayer se dio el pistoletazo de salida al proyecto estrella del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón: el soterramiento de los seis kilómetros de vía de la M-30 que transcurren en la zona oeste, junto al río Manzanares.

El concurso, con un presupuesto de 1.334 millones de euros, se lo disputan las seis mayores constructoras, que acuden, además, en solitario. FCC, ACS, Necso (Acciona), OHL, Ferrovial y Sacyr presentaron ayer sus ofertas para emprender uno de los proyectos urbanísticos que más cambiarán la fisonomía de la capital.

En dos meses, según fuentes del Ayuntamiento, quedará adjudicado el concurso. El proyecto oeste afecta a tres tramos de la M-30: el soterramiento de la Avenida de Portugal entre el Paseo de Extremadura y la M-30; un segundo entre el Paseo de Marqués de Monistrol y Puente de San Isidro y, por último, el soterramiento entre este puente y el Nudo Sur.

El concurso, por su envergadura, se ha dividido en cinco tramos, cada uno con un presupuesto diferente, razón por la cual las constructoras se han presentado individualmente.

El primero, el más abultado, alcanza 403,7 millones. El segundo son 246,6 millones; 176,9 millones para el tercer tramo, 242,4 millones para el cuarto y finalmente, 264,8 millones de presupuesto para el último. En total, 1.334 millones para unas obras que empezarán casi simultáneamente.

El proyecto prevé el soterramiento de las dos calzadas independientes de la M-30 y el enlace completo de la conexión subterránea de la autovía A-5 con Madrid. En los trazados del túnel se pasará de los actuales tres carriles a cuatro por cada sentido.

El Ayuntamiento de Madrid justifica el soterramiento de la M-30 por el hecho de que las riberas del Manzanares no son accesibles al público y, además, la zona rebasa los niveles de ruido tanto nocturnos como diurnos. La intención de Gallardón es crear un corredor ambiental que conectará el Parque Fluvial del Manzanares Norte con la Casa de Campo y con los Jardines Históricos, así como con el parque del Manzanares Sur.

De esta forma se va a crear un nuevo espacio natural de más de 500.000 metros cuadrados sobre la actual M-30 y a lo largo del cauce del Manzanares, para cuyo diseño se ha convocado un concurso internacional de ideas.

El proyecto de soterramiento de la M-30 ha sufrido retrasos de casi 12 meses por las negociaciones que el consistorio ha tenido que llevar a cabo con la Confederación Hidrográfica del Tajo. Además, el proyecto sufrió modificaciones en su presupuesto, pasando de 1.215 millones iniciales a los más de 1.330 actuales.

En general, las diferentes asociaciones de vecinos de la zona han respaldado el proyecto, a pesar de las molestias que generarán unas obras que se alargarán durante más de dos años. En el Ayuntamiento de Madrid se le da al proyecto una importancia similar a las obras de apertura al mar de Barcelona ante los Juegos Olímpicos de 1992 o al acondicionamiento de los márgenes del río en Bilbao para un uso cultural y social.

El problema del Vicente Calderón

En el pliego del concurso se pasa de puntillas por un problema espinoso que puede ensombrecer el gran proyecto de Gallardón. El estadio Vicente Calderón, propiedad del Atlético de Madrid, está en medio de la zona que debe ser soterrada, junto a la M-30.Por el momento, la vía seguirá como está a su paso por el estadio, pero tras el previsible acuerdo entre el consistorio y el club para que éste se traslade a la Peineta se procederá al derribo de las instalaciones y al soterramiento de la M-30 por esa zona. Según el Ayuntamiento, 'después de que el Atlético deje el estadio será fácil enterrar ese tramo'.

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