Bustelo dimite por el traslado de la CMT a Barcelona
La presidencia de la CMT está vacante. Carlos Bustelo ha tirado la toalla por la presión a la que se ha visto sometido tanto desde el Gobierno como desde dentro de la comisión a raíz de la decisión de trasladar este organismo a Barcelona.
La decisión fue meditada durante varios días, pero el hasta ahora presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) la hizo oficial ayer, tanto en la sede del regulador como ante el Gobierno. La comunicación a sus colaboradores se hizo personalmente, a primera hora de la mañana. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, fue informado por carta, poniendo su cargo a disposición en una misiva con copia al Ministerio de Industria.
La razón oficial de la dimisión son 'las dificultades para llevar a cabo el complejo y delicado proceso de trasladar la sede de la Comisión a Barcelona'. La misiva, sin embargo, contiene bastante más información. Sin llegar a ser dura, la carta explica de forma pormenorizada la decisión adoptada, sobre todo porque la dimisión de un presidente de un organismo regulador es un hecho excepcional. El episodio más reciente fue la salida de Pilar Valiente de la CNMV y se debió al escándalo suscitado por el caso Gescartera.
La dimisión de Bustelo tiene su origen en la decisión del ministro de Industria, José Montilla, de trasladar la sede del regulador a Barcelona. Algo a lo que se resistía Bustelo, quien incluso llegó a definir el traslado como una 'deportación'.
A partir de ahí, las presiones se han sucedido, tanto desde el Ejecutivo, que reclamó celeridad para acelerar y precisar la forma del traslado, como desde el colectivo de trabajadores y del propio consejo de la comisión, según explican las fuentes consultadas.
Bustelo ha considerado que una actuación del calado de la mudanza de un regulador a otra ciudad debía contar con el respaldo de todos los involucrados para salir bien. Puesto que esto no era así, ha decidido dejar vía libre para que otro lo intente. Y es que el dimitido presidente de la CMT ha sido contestado por el Gobierno por la vía que propuso para el traslado y también por los propios trabajadores de la Comisión, que cuestionaron la resolución del regulador que acató el traslado porque abogaban por recurrir el decreto gubernamental que lo decidió.
Pese a este escenario, la resolución de la mudanza se aprobó el pasado 17 de febrero por unanimidad del consejo, incluidos los miembros más cercanos al PSOE.
Fue ese documento el que detonó el conflicto, sobre todo porque hablaba de la posibilidad de mantener en Madrid las dependencias necesarias para el correcto funcionamiento de la CMT.
El Ministerio de Industria entendió que se pretendía dejar en la capital el grueso del regulador y comenzó a estudiar la destitución de Bustelo, según reconocen fuentes gubernamentales.
Las reacciones a la dimisión de Bustelo fueron más bien tibias. Tanto Montilla como Solbes se apresuraron a asegurar que el traslado sigue en pie. El PP afirmó que Bustelo es 'una víctima más de la prepotencia y la arrogancia de Montilla'.
Corto mandato
El nuevo presidente de la CMT será elegido por el mismo periodo de tiempo que le quedaba a Bustelo para terminar su mandato, es decir, hasta diciembre de 2008. Después, puede ser reelegido para otro mandato de seis años por una sola vez.
No hay plazo para elegir al sustituto
Destituir al presidente de la CMT es bastante complicado y requiere la apertura de un expediente, pero dimitir es relativamente fácil. Basta con comunicar la renuncia y que sea aceptada por el Gobierno. Esos dos pasos ya se han dado, así que ahora empieza el proceso de sustitución. Por ley, Bustelo es presidente en funciones hasta que venga su recambio, pero delegará las decisiones importantes en la vicepresidenta, Elisa Robles, cercana al PP.Mientras tanto, es potestad del ministro de Industria proponer el nombre del sustituto al Gobierno. Tendrá que ser 'entre personas de reconocida competencia profesional relacionada con el sector de las telecomunicaciones, en especial en sus ámbitos técnico, económico y jurídico', según el artículo 33 del Reglamento de la CMT.Con carácter previo al nombramiento, el ministro de Industria está obligado a comparecer ante la Comisión competente del Congreso para informar sobre la persona que pretende designar. Pero sólo tendrá que informar, la potestad del nombramiento es exclusiva del Ejecutivo. No hay plazos para el nombramiento.
Una relación laboral con un organismo público
Los trabajadores de la CMT no son funcionarios. Menos de una decena tienen esta consideración, pero sólo porque cuentan con una excedencia voluntaria de la antigua Dirección General de Telecomunicaciones.El resto, más de 120, entró en la comisión con un examen y por oposición, pero lo que tienen después de ello es sólo una relación de carácter laboral con la CMT, así que no pueden pedir el reingreso en ningún cuerpo ni tienen derecho inmediato a ser recolocados. En su condición de empleados de un organismo público, los trabajadores deberán seguir al regulador a Barcelona o perderán su puesto.Sólo habrá reubicaciones si lo decide una instancia superior. Eso es precisamente lo que esperan los trabajadores, que el Ministerio de Industria les ayude en este punto.