Cocina italiana diferente

Si hay una cocina mundial ésa es la italiana; al menos sus pastas y pizzas con numerosos acólitos por todo el planeta. También en España, que por afinidades mediterráneas cuenta con representantes y seguidores. Aunque la cocina italiana auténtica, en puridad, no sea fácil de encontrar.

Por eso hace tres meses los hermanos Luccardi abrieron en el barrio madrileño de Salamanca Caput Mundi (Castelló 83. Tel.: [phone]), un proyecto familiar cuyo objetivo es recrear platos tradicionales italianos puestos al día que mantienen las raíces y los sabores de la cocina casera de siempre.

Cuentan con Simone Brotto, el jefe de cocina -hotel Cipriani de Venecia o el Harry's Bar de Londres- que aborda el recetario clásico de las distintas regiones italianas y sus productos. En los antipasti (entradas) no faltan la bresaola (cecina), la mozzarella de búfala, la parmiggiana di melanzane (pastel de berenjenas con queso, bien conseguida) o las flores de calabacín fritas, un plato que necesita una pequeña revisión (en el relleno predomina el sabor cítrico que anula la suavidad de las flori di zucca).

Están estupendas las pastas frescas, elaboradas en el día, como los tagliatelle con pato y foie gras fresco -acertada aunque inusual combinación de sabores- y resultan deliciosos los gnocchetti de patatas al pesto, sumamente delicados. En la misma línea el risotto Capus Mundi con boletus (especialidad de la casa, que incluye unas finas láminas de oro alimentario de 24 kilates, un guiño a la suntuosidad de la mesas romanas; aunque no aporta sabor) un arroz cremoso y en su punto; o carpaccios -magnífico el de pulpo-, y algunas carnes y pescados (ossobucco, solomillo, atún...).

Para terminar, el tiramisú, pura crema de mascarpone. La bodega, toda italiana, depara cosas interesantes a precios contenidos. El local moderno y con cierto chic, acompaña. Precio medio: 36 euros. Menú degustación: 40 (ambos sin vinos ni IVA).