_
_
_
_
Aerolineas

Dos mil extras pondrán a prueba el nuevo barajas

AENA, Iberia, los socios de OneWorld y otras aerolíneas que tienen acuerdos operativos con la empresa la española, han alcanzado un acuerdo para poner en servicio las nuevas terminales del aeropuerto de Madrid-Barajas el próximo 29 de enero de 2006. La fecha podrá ser modificada en función de los imperativos que puedan presentarse, pero ya es una referencia para los complejos trabajos que aún quedan por delante.

Conforme a los análisis de un comité de seguimiento en el que participan todos los implicados, han elaborado un calendario de actuaciones, que tiene sus fases críticas entre el próximo junio, cuando finalice la obra civil, y en el primer trimestre de 2006, en que se producirá la prueba de fuego del nuevo aeropuerto. Con este programa se intenta que no quede ningún cabo suelto en una operación de traslado y puesta en funcionamiento que todos califican como 'de alto riesgo'.

El proceso de puesta a punto es tan complejo e implica a tantas organizaciones, personas y equipamientos, que AENA e Iberia han decidido que realizarán dos meses de ensayo general antes de la entrada en servicio.

OneWorld estima en 65 millones el coste del traslado a las nuevas instalaciones

El período programado para este ensayo general es dilatado; durará los meses de diciembre de 2005 y enero de 2006. En él participarán 2.000 extras que el ente público propietario del aeropuerto contratará entre gente de la calle. Por otro lado, también se hará participar en las pruebas a los 8.000 trabajadores de las aproximadamente 30 compañías (aerolíneas y de servicios aeroportuarios) que van a trabajar en la nueva terminal, en su satélite y en las nuevas pistas. Fuentes cercanas a Iberia han señalado que todos los empleados afectados en la operación participaran en los ensayos.

El traslado de las compañías aéreas de OneWorld y sus asociadas desde su actual ubicación en las terminales antiguas a los edificios de la T4 y su satélite no se pueden hacer de forma paulatina. La razón es de peso; entre ambas zonas existe una distancia de unos cinco kilómetros. Tener operativas ambas, aunque sea durante un período corto de tiempo resulta imposible, sobre todo en las operaciones de conexión entre vuelos. Teniendo en cuenta esta limitación, AENA, Iberia y el resto de los implicados han diseñado una mudanza que, en su fase definitiva, se realizará en menos de 24 horas.

La idea es que durante el día 28 de enero de 2006, que es un sábado, los empleados de las compañías y de los servicios aeroportuarios trabajen normalmente en su ubicación actual, y que al día siguiente, el domingo 29 de enero, se incorporen ya a sus puestos de trabajo en las nuevas instalaciones.

La noche del 28 de enero será dura para un ejército de técnicos, transportistas e instaladores, que deberán efectuar los trabajos de transición en 12 horas. Sin embargo, esta mudanza relámpago se verá facilitada por el hecho de que una parte muy importante del equipamiento inmobiliario, de transporte y técnico que se incorporará a la T4 es nuevo, por lo que el número de elementos que serán trasladados desde vieja ubicación es limitado.

Este factor, que es positivo para la mudanza, resulta oneroso para los bolsillos de las compañías que ocuparan las nuevas terminales. Iberia ha calculado que tiene que invertir unos 50 millones de euros en la operación. El resto de sus socios evalúa en una cantidad conjunta de 15 millones el impacto del traslado en sus cuentas.

Macroaeropuerto

El nuevo aeropuerto de Madrid tendrá una capacidad para 70 millones de pasajeros, frente a los 30 millones actuales. La superficie de terminales pasa de 198.000 a 940.000 metros cuadrados; las pasarelas de 35 a 104; las plazas de aparcamiento de coches de 9.000 a 22.000, y el número de despegues, aterrizajes por hora de 78 a 120 y la capacidad en hora punta de 7.500 a 18.000 pasajeros.

cabos sueltos Diez meses para eliminar incógnitas operativas

AENA, Iberia y OneWorld son consciente de la complejidad del traslado y puesta en servicio de nuevo aeropuerto y saben que hay servicios que sólo podrán probar su fiabilidad cuando estén a pleno rendimiento.El túnel entre terminales es el elemento de todo el complejo que aporta mayor desconfianza a los futuros explotadores de la T4. Con una longitud de dos kilómetros, cualquier avería en el sistema de transporte de viajeros o de maletas carece de alternativa en superficie y asegura una situación de caos.La lógica de utilización del edificio terminal principal hará imprescindible una buena señalización para evitar que los pasajeros se desorienten antes de embarcar.La distancia desde la terminal de carga a la T4 es de 11 kilómetros. El proceso cotidiano del transporte de mercancías hasta los aviones exige movilizar medios muy costosos y aumentar el transito en la plataforma de vuelo del aeropuerto.La ausencia de un transporte moderno entre terminales dificulta el trasvase de pasajeros entre las distintas zonas del aeropuerto y alarga el tiempo de conexión entre vuelos para la mayoría de las operaciones.

La patronal ALA exige que el metro llegue a las terminales nuevas

La patronal de las aerolíneas ALA, mantiene negociaciones con distintas administraciones para conseguir que la red del Metro de Madrid 'llegue lo antes posible a las terminales del nuevo aeropuerto de Barajas'. Su presidente Pablo Olmeda asegura que 'no existe ningún plan que prevea la ampliación de la línea que va hoy desde el centro de Madrid hasta las terminales antiguas'. Olmeda recuerda que 'la única conexión fiable con la ciudad construida es una autopista de peaje. Llegar a la T4 costará 1,2 euros y salir de ella una cantidad similar'. Existe una carretera libre, 'pero obliga a dar un enorme rodeo'. El presidente de ALA afirma que la ampliación del Metro 'debe ser abordada de forma inmediata y a cargo del dinero del Estado y no de la Comunidad de Madrid, ya que el beneficio será para todos los usuarios españoles e internacionales'.Olmeda se mostró preocupado porque el traslado de las compañías aéreas que no van a las nuevas terminales 'va a tener que hacerse una vez que Iberia y OneWorld abandonen sus actuales ubicaciones'. Teniendo en cuenta que esto ocurrirá en enero de 2006, la mudanza del resto tendrá que hacerse a partir de abril, cuando comienza la temporada alta.

Pascual dice que Spanair y su grupo 'no se moverán de donde están'

Gonzalo Pascual, presidente de Spanair y propietario de operadoras aéreas entre las que se encuentran Air Plus y aerolíneas Argentinas, vuelve a mostrar su 'rechazo e indignación' por el trato que AENA está dando a las compañías de Star Alliance que operan en Barajas. Pascual califica de 'deportación' la nueva ubicación que el propietario del aeropuerto les ha dado en la antigua Terminal 1, cuando en el reparto inicial iban a compartir la nueva Terminal 4 y su satélite con Iberia y One World. El empresario asegura que las empresas que se integran en Star Alliance 'no se moverán de donde se encuentran en este momento' en la Terminal 2 también del antiguo aeropuerto. Pascual afirma que la Terminal 1 'es la zona peor de Barajas; no se ajusta en absoluto a las necesidades de Spanair y de sus socios, impide cualquier conexión eficiente y, por si fuera poco, obliga por la noche a mantener apagados los motores en los desplazamientos por problemas de ruido'. 'Vamos a ir hasta el final en las reclamaciones que hemos puesto en marcha. Tenemos la razón y antes o después alguien tendrá que darnos la razón', asegura el presidente de Spanair aseguró que . 'Nuestro objetivo sigue siendo utilizar la Terminal 4', concluye.

Archivado En

_
_