'Todas las decisiones tienen que ser discutibles'
Es el primer director de la televisión vasca elegido por el Parlamento. Fue hace seis años y desde entonces todas las decisiones de este periodista han sido sometidas a todo tipo de controles. En contra de lo que pueda parecer, le gusta. No tiene nada que ocultar.
Ejerce de vasco tanto como para confesar que planta naranjos en el jardín de su casa en Bilbao tan buenos como los de la zona mediterránea. Andoni Ortuzar nació en la margen izquierda, en Portugalete, hace 42 años y ha trabajado como asesor y en el departamento de relaciones internacionales del Gobierno vasco, en Radio Popular Bilbao, en Deia y en ETB. Le gusta comer, jugar a pala y pasear por el monte.
Pregunta ¿Para una cadena de televisión, la clave del éxito está en el liderazgo?
Respuesta Es muy importante, pero en una televisión pública el concepto es distinto. Tiene unas características especiales y prioritarias, como son la estabilidad del personal y la calidad del trabajo. También tiene desventajas, como que la gente se adocena. Pero lo bueno es romper esa tendencia y conseguir generar el liderazgo dentro de toda la organización. En la empresa trabajan 700 personas y tenemos identificados más de 100 gestores líderes, con competencias profesionales indiscutibles.
'En el ámbito público, si no incentivas y promueves a las personas es fácil que te acomodes, que te adocenes'
P ¿Así se distingue a un líder?
R Además de competencias técnicas y profesionales indiscutibles tiene que tener una doble derivada. Un jefe además de su producto final tiene que gestionar eficazmente los recursos económicos y liderar personas. Ha de reunirse con su equipo y tratar de evaluar a cada persona. Eso ha redundado en un complemento variable en función de los objetivos. Nosotros lo hemos trasladado a una masa importante, al 20% de la plantilla. Y nuestra idea es seguir bajando a otros escalafones, de manera que a cada persona se la identifique con un producto y no con una actividad únicamente. Necesitamos la implicación de todos.
P ¿Ese modelo de gestión no está reñido con el tradicional modelo de televisión pública?
R No, y no es mérito mío. En los 20 años que lleva funcionando ETB no ha habido ningún año en el que haya habido déficit y deuda. La gestión en una cadena pública debe ser más modélica que en una empresa privada. No podemos jugar con el dinero del contribuyente y tenemos que tener mayores estándares de gestión que las privadas. Para nosotros es inconcebible la deuda, y que esto no se entienda como una crítica a las televisiones con deuda. El fondo de la cuestión es que no ha habido un modelo claro de RTVE. No es normal que la subvención pública suponga el 5% del presupuesto y que una parte sea vía publicitaria y la otra endeudamiento. Eso no es viable. Nuestro modelo es inverso. Tenemos un contrato-programa por el que tenemos fijados un tiempo de programación como servicio público y con el resto de los programas buscamos entretener, pero con clase.
P ¿Puede definir qué es servicio público?
R Es un concepto amplio. La sociedad espera de nosotros que le ofrezcamos información, pero en nuestro caso hay algo más, como la normalización lingüística, ya que somos la única que emite en euskera. Parece como si el servicio público no necesitara del entretenimiento y es error. La gente valora eso tanto o más que la información. Todo ello tiene que llevar un adjetivo importante como es el de la calidad.
P ¿Pero la gran batalla está en los informativos?
R Es la columna vertebral de todas las cadenas de televisión. Tenemos que conseguir informativos pegados a la realidad social, económica y cultural vasca, pero también de todo lo que pasa en el mundo. Eso nos obliga a hacer esfuerzos enormes. En ETB hemos duplicado el gasto en informativos en los últimos años, ya que hemos abierto corresponsalías, hemos cubierto los conflictos bélicos con personal propio. Hemos hecho un esfuerzo importante por ofrecer un complemento de manera que seamos algo más que una televisión local. También hemos apostado por internet. Tenemos un portal de noticias en castellano, inglés y euskera. Empezamos en el mes de diciembre y ya tenemos un millón de usuarios. La gran novedad que aportamos es que ofrecemos cortes de audio y vídeo.
P Al director de una cadena pública siempre se le cuestiona su independencia política.
R Es muy difícil. La presión la ejercen los que están en el gobierno y en la oposición. La independencia hay que conseguirla, pero siempre hay una serie de preferencias. Es algo muy subjetivo porque nadie se puede despegar de sus preferencias. Por eso a mí me gusta aplicar el modelo de equipo deportivo. La neutralidad es muy difícil, es un concepto etéreo, que afecta a lo que vives. Yo le pido a los periodistas honestidad, que es lo que demanda la empresa y la sociedad. Es necesario que se contraste la información, que se haga un tratamiento plural, que se ofrezca información veraz. Es necesario la pluralidad, contrastar las fuentes, dar información veraz y la honestidad. Nunca vamos a ser capaces de taponar las críticas. Un ejecutivo tiene que saber aceptar las críticas. La forma de valorar la noticia más destacada es, al fin y al cabo, una opción y cada periodista tiene que tomar decisiones. Todas las decisiones son cuestionables y discutibles.
P Además su cliente lo tiene fácil: si no le gusta cambia de canal.
R Es el más infiel del mundo. El mando a distancia debería estar prohibido. Y ahora con la televisión digital podrá interactuar más. Ninguna empresa, ningún sector cuenta con un sistema de medición sobre cómo se comporta tu propio producto y el de la competencia. Es una tensión enorme y no se puede confiar todo a los modos y gustos porque seguramente haríamos programas clónicos. Mientras que los gustos de los espectadores encajen en los parámetros de la oferta pública vamos bien.
P ¿Qué papel juega como directivo dentro de la cadena?
R Soy periodista y tenemos fama de bohemios, creativos e informales, pero cuando te encargan llevar la gestión de una empresa, que tiene cerca de 900 empleados, te entra pánico. Teníamos que minimizar riesgos y centrarnos en un modelo de gestión eficaz, transparente y medible en números e indicadores. Un directivo tiene que tener capacidad para innovar y a nuestra organización le venía muy bien dar el salto porque la edad media es de 30 a 35 años. La mayoría son profesionales formados en la casa porque entraron siendo muy jóvenes. Tenemos un equipo muy bien formado.
P ¿Y motivado?
R En un ámbito público, si no haces algo por incentivar y promover a las personas es fácil que te acomodes, que te adocenes. Afortunadamente, tenemos un buen convenio colectivo. Vimos lo que teníamos hasta entonces y, desde 2002, tenemos la certificación ISO para todos los procesos de gestión de la compañía, algo en lo que hemos sido pioneros en los medios de comunicación. Desde el año pasado, utilizamos el modelo EFQM de Excelencia Empresarial.