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CincoSentidos

En la cárcel con Marco Polo

Existen dos Armenias: una grande y otra pequeña.' Con estas palabras un escribano italiano logró captar hace siete siglos la curiosidad de príncipes y nobles. Hoy, esta misma historia le ha valido el VIII Premio Alfaguara a las argentinas Ema Wolf y Graciela Montes. Su novela se titula El turno del escriba, un relato ambientado en la Génova de finales del siglo XIII.

Dos hombres coinciden presos en una misma celda. Son Marco Polo y Rustichello de Pisa. Uno, viajero, comerciante y aventurero. El otro, un simple amanuense. Juntos buscarán la manera de salir del presidio a través de la escritura. El relato puede valerles el favor de algún señor y, con él, la libertad. Su colaboración dará como resultado una de las obras literarias más famosas del medievo: El libro de las Maravillas.

Gracias a esta historia, las autoras del país sudamericano han conseguido los 135.000 euros con que está dotado el premio. Cinco años de investigación, cuatro manos y dos cerebros han sido necesarios para fraguar una obra que, en palabras del presidente del jurado, José Manuel Caballero Bonald, 'recupera la absoluta capacidad artística de la novela'.

Graciela Montes y Ema Wolf son escritoras veteranas. A sus espaldas, más de dos décadas de literatura infantil y juvenil. Esta vez, aunque ellas rechacen esa denominación, se han decantado por la novela histórica. Pero no es un relato lastrado por la fidelidad al contexto histórico. Al contrario, como comenta Graciela, 'cuanto más rico fue el conocimiento de la época, más soltura teníamos para construir nuestras conjeturas.' Se complementan así documentación y narrativa.

Aquí comienza una particular ruta de la seda para 400 millones de hispanohablantes. Un viaje a la Edad Media, a un momento, como dice Ema Wolf, 'de grandes cambios y sorpresas.'

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